REDACCIÓN. Una familia hondureña ha llevado el delicioso sabor de la gastronomía nacional a España con un pequeño emprendimiento llamado «Hondupa».
Los compatriotas comenzaron su negocio de semitas artesanales hace más de cinco años en Barcelona y no han parado de cosechar éxitos desde su inicio.
Manuel Cerros y Heydi Guerrero, originarios de La Lima en el departamento de Cortés, decidieron salir del país en busca de nuevas oportunidades en el extranjero. La pareja hondureña comenzó su aventura en Cataluña.
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Los connacionales expresaron que no fue fácil su transición a esta nueva nación, debido a la nostalgia que provocó abandonar su familia y comodidades en Honduras. Sin embargo, con el paso de los años todo esfuerzo tendría una enorme recompensa.
El hondureño descubrió una panadería que producía semitas. A partir de ese momento, surgió el deseo de aprender más sobre este arte culinario para poder fabricar el producto perfecto.
Cuando lograron perfeccionar su técnica, la pareja hondureña dio inicio a su sueño y creó «Hondupa». Cuando empezaron a venderlas tuvieron un gran éxito, ya que con los años la comunidad latina había crecido en Barcelona.
Luego, la hermana de Manuel se unió al equipo al mudarse a Europa junto a su esposo. Así, poco a poco, el negocio fue creciendo y ahora lleva años en el mercado español, llevando el recuerdo de Honduras a las mesas de los latinos.
Hondureño ayuda a «migrante» en España
En otro caso, un influencer se hizo pasar por un migrante venezolano que vive una crítica situación para realizar un experimento social y destacó el buen corazón de un hondureño que no dudó en ayudarlo.
El vídeo fue difundido en redes sociales y muestra el momento en que el creador de contenido se acerca al compatriota, le pide dinero para comprar comida y pagar sus pasajes.
El catracho se conmovió con la historia y lo escuchaba atentamente.
«Acabo de llegar a España y una persona me iba a recoger, pero ahora no me atiende la llamada. No sé a dónde ir, estoy desesperado. No sé si es mucha molestia pedirle a usted una colaboración de uno o dos euros”, le dice el joven.
El hondureño respondió y le dijo que él también era inmigrante y que entendía su situación. Luego, se sacó dos euros de su bolsa y se los dio.