Redacción. Cada tercer sábado de junio, Honduras celebra el Día Nacional de la Baleada, una festividad que rinde homenaje a uno de los platos más emblemáticos y queridos de la gastronomía hondureña.
La baleada, conocida por su sencillez y sabor inigualable, consiste en una tortilla de harina rellena de frijoles refritos y mantequilla. Aunque la receta básica es popular, hay numerosas variantes que incluyen ingredientes adicionales como huevo, aguacate, carne, plátano, pollo, chorizo y queso, lo que permite a cada región y hogar hondureño poner su toque único en esta delicia culinaria.
El origen de la baleada se remonta a la costa norte de Honduras, específicamente en la ciudad de La Ceiba, donde se popularizó a mediados del siglo XX. Desde entonces, el platillo ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un símbolo de la identidad nacional.
El Día de la Baleada es una oportunidad para que los hondureños celebren su cultura y gastronomía. Durante la festividad es común encontrar eventos comunitarios, ferias gastronómicas y restaurantes que ofrecen este delicioso platillo. Además, muchas familias aprovechan para reunirse y preparar baleadas caseras.
La celebración también tiene un componente económico, ya que promueve el consumo de productos locales y apoya a pequeños negocios y vendedores ambulantes que encuentran en cada rincón del país.
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Misterio en su nombre
El origen de la baleada está envuelto en misterio y leyendas urbanas que le añaden un toque de intriga a su historia.
Una de las historias más curiosas, aunque sin sustento histórico, se remonta a San Pedro Sula. Se dice que una mujer vendía tortillas envueltas y era reconocida por su deliciosa cocina. Un día, la mujer fue víctima de un tiroteo. Algunos afirmaron que murió por las heridas, mientras que otros sostienen que se recuperó pronto.
Tras su recuperación, la mujer volvió a su puesto de venta y, desde entonces, los trabajadores empezaron a referirse a ella diciendo: «Voy a donde la baleada», en referencia a la mujer que había recibido disparos. Así, el término «baleada» comenzó a asociarse con sus tortillas.
Otra versión popular del origen de la baleada proviene de La Ceiba, en 1964. Teresa, una joven de 20 años abandonada por su esposo, decidió solicitar un préstamo para mantener a sus cinco hijos mediante la venta de tortillas.
Su negocio, ubicado cerca de la línea del ferrocarril donde el tren transportaba empleados de la Standard Fruit Company, rápidamente se ganó la clientela. Aunque el platillo pronto se convirtió en el favorito de la zona, aún no tenía un nombre específico.
Un día, un cliente hizo un comentario divertido mientras comía: «Los frijoles son balas, el queso es la pólvora y la tortilla es la pistola», y desde entonces, todos comenzaron a llamar a este platillo «baleada».
Otra explicación sugiere que el nombre surgió porque, al morder las tortillas, la presión hacía que los frijoles salieran por los lados, recordando a las balas. Así, el término «baleada» se popularizó.