TEGUCIGALPA, HONDURAS. Algo que caracteriza a las graduaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), son las historias de superación, perseverancia y éxito que surgen de algunos de sus egresados, porque no todos los caminos son iguales, algunos resultan más complicados y escabrosos.
Este es el caso de Geovanny Alonzo, un joven originario de Ojojona, Francisco Morazán, que recibió su título como abogado de una peculiar manera. Él subió al estrado principal con un casco de construcción que tenía la leyenda, «El albañil también tiene derecho de cumplir sus sueños».
El hondureño luchó durante casi 10 años trabajando y estudiando para cumplir uno de sus anhelos más grandes de vida, ser profesional. Pese a los obstáculos y a las limitaciones, fue perseverante y entregado. Llevándolo a escalar más peldaños.
Haciendo un espacio en su trabajo, si, en la construcción, Geovanny contó más sobre su historia a Diario Tiempo y detalló como fueron todos estos años. A su vez, remarcó como se volvió viral y reconocido en cuestión de horas por su historia de superación y éxito.
Vea la entrevista:
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Un joven de tierra adentro
Geovanny es parte de una familia de Ojojona, de madre soltera y con cinco hijos. Desde muy pequeño sintió el gusto de estudiar, acudir a la escuela e ir formando un futuro. Sin embargo, las limitaciones económicas se cruzaron en su camino y se volvió difícil, no más imposible.
En sus primeros años de vida, para subsistir se dedicó a ayudar a su abuelo en los trabajos de elaboración de artesanía. Sin embargo, mantenía ese deseo de ingresar al colegio, y logró hacerlo con muchas dificultades, gracias a una beca que le habían dado por su excelencia académica.
«Cuando salí de sexto grado, un día mi madre me dijo: «hijo, ya no te puedo ayudar más, así que veo que la única opción es que trabajes«. Yo tenía 11 años en ese entonces, cuando salí de la escuela mi mamá no tenía ya como apoyarme».
Con su afán de seguir estudiando, Geovanny pidió ayuda a través de becas y con la alcaldía de Ojojona, pero nunca se la dieron. Sin embargo, no fue un impedimento para continuar luchando por sus sueños y así empezó su historia de lucha solo.
«Logre sacar tercero de ciclo con puro sacrificio. En el barrio donde yo vivía no había electricidad, yo llegaba en la noche a la casa y estudiaba con una velita y tenía un radio que lo conectábamos con una batería de carro y así fue como termine el ciclo».
Llegó a TGU a trabajar como albañil
Cuando terminó el ciclo común, Geovanny ya miraba más complicada la situación, quería seguir sus estudios, pero los gastos eran superiores. Es allí donde decide tomar una determinación importante, llegar a la capital del país e inició a trabajar de albañil.
En este proceso conoció a una señora, quien vio sus ganas de superarse y lo ayudo a llegar a Tegucigalpa. Luego, un hijo de ella le dio empleo en la construcción, y así empezó su aventura, que no se quedó allí, ya que hizo el examen de admisión en la UNAH y lo aprobó.
Logró entrar a la máxima casa de estudios y trabajar a la vez. Se dedicaba a laborar en la construcción durante las mañanas e iba a la universidad en la noche. Estudiaba y hacía tareas en la madrugada, sus rutinas cada vez eran más agotadoras, pero el sueño se tenía que cumplir.
Los años avanzaron y seguía sacando sus clases tal como demanda el plan de estudios. Y así, llegó la etapa de su práctica profesional, la hizo en el Consultorio Jurídico Gratuito de la UNAH, sus jefes de la construcción le dieron la oportunidad de seguir trabajando, acomodando sus horarios.
La graduación: se volvió viral y consiguió trabajo
El tiempo pasó, llegó el momento de la graduación. A este importante evento lo acompañaron sus familiares y su casco con la leyenda que lo volvió viral, para él ha sido uno de los momentos más importantes de su vida.
Gracias a que se volvió tendencia en las redes sociales, Geovanny logró obtener un llamado especial de parte de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), quien le ofreció un empleo en el área legal y comenzó con sus labores el pasado 9 de octubre.
Alonzo deja en evidencia que los catrachos luchan día a día por subsistir, cumplir sus sueños y salir adelante dejando en alto el nombre de su país. Ahora, su meta es seguir creciendo como persona y como profesional.
La Frase: «Cuando se tiene un sueño, una meta, eso está en la mente y la motivación siempre va estar presente. Yo invito a todos que si tienen un sueño, lo hagan realidad, porque de un momento a otro Dios les va da la oportunidad. «.
El dato: Tuvo que salir desde muy joven de su natal Ojojona a Tegucigalpa para trabajar y poder costear sus estudios universitarios.