TEGUCIGALPA, HONDURAS. “Mi sobrino había tenido problemas y salió huyendo a EUA”, manifestó una familiar del ciudadano a quien el sábado 25 de abril le quitaron la vida junto a su hijo en la colonia Flor del Campo.
La angustiada familiar de los fallecidos lamentó que había dejado a sus parientes «tomando fresco fuera de mi casa y me fui». Antes de irse y verlos con vida por última vez, no pudo despedirse de ellos.
Entre lágrimas de dolor ante el asesinato de su hermano y su sobrino ella relató: “Me fui y no les di ni un beso, ni un abrazo por el tiempo en el que estamos, que no se puede abrazar a nadie», debido a las medidas de seguridad por la pandemia del COVID-19.
A pesar del horrible acontecimiento que ella tendrá que recordar toda su vida, siguió narrando lo que ocurrió antes de que mataran a su hermano y sobrino. «Todo el día estuve compartiendo con ellos y me fui como a las 4:00 pm para mi casa», expresó la familiar.
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Familiar: No me pude despedir de ellos
Ellos murieron en medio de una balacera por supuesta pelea de territorio en esa zona de la ciudad, según las autoridades. Esto, en pleno toque de queda absoluto establecido por las autoridades. El ataque a disparos aconteció justo frente a su vivienda.
Cuando los individuos que realizaron el tiroteo cometieron el crimen, huyeron de inmediato de la escena del crimen, con rumbo aún desconocido por los entes policiales.
Las víctimas de este crimen, según sus documentos de identificación, respondían a los nombres de Edas Segundo Flores de 56 años de edad y su hijo Denis Ariel Flores, de 25 años de edad.
Su familiar también recordó que su hermano Edas Segundo «había ido a Ojojona a traer unos zapatos que les había comprado otra hermana a ellos».
Antes de perder a sus familiares, ellos se encontraban bebiendo refresco, la desconsolada fémina narró: «Mi hermano me decía: `¿querés fresco?´, no, le dije, no me gusta. `¡Bueno vos te lo perdés!´. Luego ella se fue y reiteró que lamenta no haberse podido despedir de ellos ni siquiera con un abrazo.
