San Pedro Sula, Honduras. Familiares de la joven Keiry Gricel García Baide, con profundo dolor, lamentan la muerte de la joven de 14 años durante un enfrentamiento entre barras de los equipos sampedranos Marathón y Real España en las afueras del Estadio Olímpico.
La abuela de la menor compartió, entre lágrimas, que se enteró de lo ocurrido a través de los medios de comunicación.
«Era tan bella. Desde su niñez ha sido tan linda y graciosa», dijo entre sollozos.
Del mismo modo, recordó la última vez que miró a su nieta con vida previo a que asistiera al «derbi sampedrano«.
«Ella me dijo: ‘abuela, ¿tiene 30 lempiras para regalármelos?’, entonces yo le dije: ‘tené, te los voy a regalar'», manifestó.
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Sin embargo, la tristeza invadió su corazón y aseguró que hubiera hecho mucho más si hubiera sabido que iba a ser la última vez que la vería.
«Si hubiera sabido que era la última vez, yo le doy lo que ella quería», comentó.
Eran aficionados, no barristas
En este sentido, la abuela de la menor aseguró que el padre de ésta es un «simple aficionado«, no un miembro de las barras.
«Mi hijo todo el tiempo él anda ahí cuando juega el España, porque él es fanático del España, pero no es de barra», aclaró.
Del mismo modo, la señora expresó con tristeza que no se meten con nadie y que tratan de ayudar a los demás siempre. Además, envió un mensaje a las personas que crean este tipo de conflictos.
«Que piensen que ellos también tendrán hijas y no les va a gustar que les hagan lo mismo que nos han hecho a nosotros», detalló.
Inteligente y llena de carisma
Vecinos de Keiry Gricel comparten el dolor por la pérdida física de la menor, a quien describen como una joven «carismática» y «muy estudiosa».
«Es lamentable y muy doloroso. Hemos sido vecinos de por vida y la vimos nacer la vimos crecer. Era bien alegre, carismática, inteligente, estudiosa, no era malcriada», manifestó.