Mundo.- Un total de 21 cuerpos se exhumaron en el este de Kenia, en el marco de una investigación sobre la muerte de seguidores de una secta. Se presume que su líder, al cual se arrestó días antes, les pidió que ayunaran para «conocer a Jesús».
Desde el viernes, «en total, tenemos 21 cuerpos» en el bosque de Shakahola (este), declaró a la AFP una fuente policial.
«Apenas hemos arañado la superficie, lo que está claro es que tendremos más cuerpos» tras las búsquedas, agregó.
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Otra fuente policial que también pidió el anonimato confirmó el balance.
Una de las dos fuentes policiales mencionó la presencia de por lo menos tres niños entre las víctimas.
Ayunar para «conocer a Jesús»
La semana pasada, las autoridades encontraron los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por Makenzie Nthenge.
Los investigadores intervinieron en la zona a raíz de una información que apuntaba a una posible fosa común.
Otros 11 fieles, siete hombres y cuatro mujeres de entre 17 y 49 años, las enviaron a un hospital la semana anterior tras encontrárselos en el bosque de Shakahola.
El jefe de la secta, Makenzie Nthenge, acudió el 15 de abril a la policía, antes de su captura.
Una fuente policial afirmó que Nthenge inició una huelga de hambre y que «reza y ayuna» mientras está arrestado.
Según medios locales, a seis seguidores de Makenzie Nthenge también se les detuvo.
En un informe, la policía indicó que se les notificó de varias personas «muertas de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de que un sospechoso, Makenzie Nthenge, pastor de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, les lavara el cerebro».
Según medios locales, Nthenge había sido detenido e inculpado el mes pasado, después de que dos niños murieran de hambre mientras estaban siendo cuidados por sus padres. Pero pagó una fianza de 100 mil chelines kenianos (unos 670 euros, 740 dólares) y fue liberado.