Diego Maradona ha vuelto a hacerse la cirugía estética y protagonizado un escándalo cuando, tras recibir el alta en Buenos Aires el domingo por la noche, se disponía a regresar a Dubai, donde reside actualmente por temas laborales junto a su actual pareja Rocío Oliva.
El ‘pelusa’ fue retenido en el aeropuerto de Ezeiza acusado de llevar encima un pasaporte robado, lo que llevó al mito del fútbol mundial a montar en cólera y acusar al presidente de Argentina Mauricio Macri de estar “detrás de esto” a modo de represalia por las críticas proferidas contra su persona y gestión.
Volviendo con los retoques a que se sometió Maradona, de 55 años, son de carácter maxilofacial y de rejuvenecimiento: las fotos de Diego saliendo de la clínica con la cara hinchada y algún rastro de sangre en la venda han dado la vuelto al mundo por lo llamativas.
Y también ha sido noticia de alcance global el episodio en Ezeiza, donde a Maradona se le negó el permiso para embarcar ¡alegando que el documento identificativo que él llevaba encima había sido denunciado como robado!
El ex jugador del Barça explotó, alegando que él no había denunciado ningún robo y que el pasaporte no tenía nada de falso, sino que era 100% legal.
Sin embargo, los funcionarios de Migraciones insistieron en que “su pasaporte figura denunciado por robo. Disculpe, pero no va a poder salir del país”.
Respuesta de un Maradona fuera de sí: “Esto parece joda. No va a quedar así. Es claramente la maniobra de un político traidor. Por eso le dije a Matías Morla (su abogado) que este mismo lunes vaya a la Justicia a aclarar el tema. Ahora me vuelvo a Nordelta caliente y mañana que se agarren, porque hasta que no sepa quién fue el que hizo esto, no voy a parar”, dijo a los medios de comunicación argentinos.
