TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un juez de los Juzgados de Letras Penal de Tegucigalpa dictó la medida detención judicial al policía Carlos Daniel Núñez Ávila, acusado de dispararle y quitarle la vida a Erick Daniel Bonilla, de 16 años, en una de las avenidas de Comayagüela.
Entre tanto, los otros tres policías, Mario Orlando Amador Sosa, Kenia Yoxibel Cárcamo Ordóñez y Rosi Elizabeth Valladares López, recibieron medidas diferentes a la detención, por lo que se van a defender en libertad.
Esa acción se obtuvo en la audiencia de declaración de imputado. A los cuatro sujetos los capturaron anoche elementos de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) en coordinación con la Policía Nacional.
Bárbara Castillo, portavoz de los juzgados en la capital, informó a periodistas en la capital que, a Carlos Daniel Núñez Ávila el juez lo envió a guardar la prisión preventiva en la Penitenciaría Nacional de Támara en Francisco Morazán.
En el caso de Núñez Ávila, se le supone responsable del delito de homicidio. Entre tanto a Amador Sosa, Cárcamo Ordóñez y Valladares López se les acusa de encubrimiento y omisión del deber del socorro.
La audiencia inicial en esta causa quedó programada por el juez para el próximo miércoles 31 de julio del año en curso, en punto de las 9:00 de la mañana. En este momento procesal la parte acusadora y la defensa tendrá el espacio para presentar los medios probatorios.
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Las investigaciones y acusación
Las investigaciones realizadas por los agentes de delitos contra la vida de la ATIC y asignados a la Sección de Muertes Cometidas por miembros de los Cuerpos de Defensa y Seguridad establecen que los cuatro policías iban a bordo de la patrulla RPM 936 por la zona de Comayagüela.
En ese momento, intentaron requerir a la víctima mortal y a su compañero, pero ellos no se detuvieron y siguieron su marcha. Es por ello que se inició una persecución y los alcanzaron en la cuarta avenida, y allí los muchachos se detuvieron, mientras que los policías colocaron la patrulla al par del automotor de dos ruedas.
Es allí donde el policía Carlos Daniel Núñez Ávila, que iba en el asiento trasero, sacó por la ventana su arma de reglamento, un fúsil calibre 5.56 y disparó, impactando la bala en el costado izquierdo del cuerpo del menor de edad, según las acusaciones.
Los policías se mantuvieron en todo momento dentro de la patrulla y al percatarse de lo sucedido se retiraron del lugar sin verificar el estado de la víctima. El muchacho murió en la calle a consecuencia de la herida de bala y personas en la zona llamaron al 911.
De la misma manera, las investigaciones arrojaron que los cuatro policías se pusieron de acuerdo para dar una versión de los hechos que no es real. Ellos consignaron que los muchachos portaban un paquete y un arma de fuego, situación que fue falsa, revelaron investigaciones.