SAN PEDRO SULA, CORTÉS. Un juez dictó la medida de auto de formal procesamiento con prisión preventiva a Carmen Yajaira López Rodezno, administradora de una casa de masajes y acusada del delito de explotación sexual comercial en perjuicio de varias mujeres.
La medida la obtuvo la Unidad Contra la Trata, Explotación Sexual y Tráfico de Personas (UTESCP), de la regional norte tras el desarrollo de la audiencia inicial.
A López Rodezno la capturaron el pasado sábado 15 de junio del 2024 elementos de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC). Esa acción ocurrió en un sector de San Pedro Sula, Cortés, al norte de Honduras.
Para dar con ella, se realizaron una serie de allanamientos en contra de redes de trata de personas en su modalidad de explotación sexual y que operan bajo la fachada de «casa de masajes».
Tras la determinación del juez, la encausada seguirá guardando prisión en uno de los centros penitenciarios del país, en lo que se desarrolla la siguiente fase del proceso.
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Modus operandi
Las investigaciones en torno a este caso, desarrolladas por expertos de la ATIC, señalan que López Rodezno era la encargada de la casa de masajes denominada «Chicas Tabú».
A su vez, se detectó que se publicitaban a través de anuncios clasificados para ofrecer sesiones de «relajación». Sin embargo, lo que realmente realizaban eran servicios sexuales con un valor que iba de los 700 a 3 mil lempiras.
Para cometer este ilícito, reclutaban jóvenes mujeres con necesidad de empleo y les ofrecían un buen salario. Una vez que las llevaban al establecimiento, las obligaban a dar diversos servicios que no eran precisamente los que anunciaban.
Sobreseimiento a otra de las detenidas
En la operación del pasado sábado, también se le dio captura a Cindy Yolibeth Erazo Alvarado, administradora de «Chicas Rosas». No obstante, el juez que conoce la causa le otorgó un sobreseimiento provisional.
Ante esta medida, el Ministerio Público interpondrá el respectivo recurso de apelación, pues se considera que existían elementos para decretar la prisión preventiva.
Al igual que en el caso 1, «Chicas Rosas» se publicitaba a través de anuncios de clasificados con el lema “masajes solo para caballeros, ven y disfruta”. En este espacio proporcionaban un número móvil.
Aquí, las investigaciones señalan que por el masaje cobraban 300 lempiras. No obstante, por los servicios sexuales pedían 2,300 lempiras, incluso facilitaban un número de cuenta bancaria para los depósitos.