Tegucigalpa, Honduras. El estrés está ocasionando que los hondureños pierdan las estabilidad en el hogar; ocho de cada diez personas lo padecen, según el presidente del colegio de psicólogos, Daniel Batson.
El estrés es una parte normal de la vida, especialmente en períodos de cambio e incertidumbre, dijo Batson.
«Ocho personas de cada diez padecen de estrés y no debería ser así… ojala solo fueran tres de diez», lamentó el especialista.
Daniel Batson, advirtió que es importante que los hondureños reconozcan cualquier síntoma que desarrolle el estrés.
Añadió, que el ser humano debe tener la capacidad de reaccionar ante los estímulos fuertes que genera el diario vivir.
«Si usted es débil y se le presenta algo habitual que no sabe controlar, es importante que separa controlarse para no caer en el estrés», dijo Batson.
Las relaciones humanas son importantes para evitar el estrés, según especialistas.
«Hay que tener buenas relaciones con los demás y separa que también tiene sus problemas y entiendalos para tener armonía», dijo el psicólogo.
Lea también : Alivia el estrés con esta terapia japonesa
Causas frecuentes del estrés
Cada uno de nosotros es diferente, por lo tanto, no necesariamente experimentamos todos los síntomas y consecuencias del estrés de la misma manera o con la misma intensidad.
Por eso es importante observarnos, para detectar, de lo que nos está sucediendo, cuáles son síntomas del estrés y cómo nos están afectando.
Según el presidente del colegio de psicólogos Daniel Batson, cualquier suceso puede dar lugar a una respuesta emocional y generar estrés.
Por ejemplo, el nacimiento de un niño, el matrimonio, la muerte de un familiar o la pérdida de empleo.
No se trata necesariamente de eventos muy intensos, es suficiente con que se acumulen durante largos períodos de tiempo; y la manera en que la persona los interpreta o se enfrenta a ellos le afecta negativamente, expusó el psicologo.
Síntomas evidentes
Según los especialistas, los síntomas de estrés más frecuentes son:
Entre los emocionales están : depresión o ansiedad, irritabilidad, miedo, nerviosismo, confusión, fluctuaciones del estado de ánimo, etcétera.
Mientras, que de conducta esta la risa nerviosa, trato brusco hacia los demás, incremento del consumo de tabaco.
De igual forma, alcohol y otras drogas, aumento o disminución del apetito, llantos.
Así como rechinar los dientes o apretar las mandíbulas, etcétera.
Entre los cambios físicos, están la tensión muscular, manos frías o sudorosas, insomnio, dolores de cabeza.
Se une a la lista la fatiga, problemas de espalda o cuello, indigestión, respiración agitada, perturbaciones en el sueño, sarpullidos, disfunción sexual, etcétera.
