CORTÉS. Tras la muerte del periodista Igor Padilla, el gerente y propietario de HCH, Eduardo Maldonado, habló sobre el problema que existe en Honduras.
Eduardo Maldonado expresó la conmoción y tristeza que causó el fallecimiento de su compañero y amigo, Igor Padilla.
«El deber de un periodista es estar allí en la cobertura noticiosa, pero uno no se imagina que le va a tocar a uno mismo ser el protagonista de hechos noticiosos», expresó.
Los compañeros del canal HCH también dedicaron algunas palabras a Igor y narraron cómo tomaron la noticia de su muerte.
Por otra parte, Maldonado, hizo alusión al peligro que representa el estudiar y dedicarse al Periodismo en el país.
«Esta es la carrera que escogimos, este es el país en el que vivimos y en el que nos vamos a quedar y todos los que vivimos aquí somos responsables de la patria», dijo.
EDUARDO MALDONADO: RIESGOS DE SER PERIODISTA
Consternado por la muerte de su compañero mencionó que como hondureños hay que amar la patria y provocar cambios positivos.
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Asimismo, declaró que esos cambios deben ir encaminados a volver a generar un valor a la vida en el país. Lo cual calificó como el problema central de Honduras.
«Yo me pregunto: ¿Qué hacía mi compañero Igor que no fuera correcto para que lo mataran?».
«Hay situaciones de riesgo en nuestro trabajo. Vivimos una situación en donde decimos que algo es rojo, otro cree que es verde, otro cree que es amarillo y a veces se genera tensión o confrontaciones innecesarias».
Eduardo Maldonado mostró, en pocas palabras, el diario vivir en la profesión de un periodista, llena de riesgos y mal entendidos.
También comentó que se encontraba en San Pedro Sula apoyando a los familiares, compañeros y amigos de Igor.
Finalmente, concluyó sus declaraciones hablando sobre el temor que hay dentro de la población hondureña:
«Todo ese dolor y luto que causa la muerte de un pariente, solo queda en la familia. Porque todo mundo tiene temor a opinar; aunque haya visto o aunque sepa, no va a hablar».
Así como la muerte del periodista Igor Padilla, es el diario vivir de las familias hondureñas; quienes han vivido la pérdida de un ser querido.
Muchos de esos casos están en la impunidad, y como lo expresaron sus compañeros de canal: «Solo queda la resignación y la esperanza de que descanse en paz».
