San Pedro Sula, Honduras. Cada día decenas de niños se dedican a pedir dinero en las intersecciones semaforizadas de San Pedro Sula. Lo hacen bajo el sol, inhalando el humo de los carros y a veces, soportando la lluvia a cambio de conseguir unos pocos lempiras.
Diario TIEMPO hizo un recorrido por los puntos más frecuentados por estos menores. El Monumento a La Madre es uno de los más concurridos; ahí hay más de 10 pequeños trabajando y algunos son supervisados por su padres.
«Estoy aquí desde las ocho y me voy a las cinco», indicó un menor de 8 años de edad, visiblemente nervioso porque era observado por su padre, quien le ha prohibido dar cualquier tipo de información.
Este pequeño aseguró que debe trabajar todos los días, y el dinero que reúne se lo entrega a sus progenitores.
Con un bote de agua con jabón y un limpiaparabrisas, este pequeño espera que el semáforo se ponga en rojo para ofrecer su servicio a los conductores, mientras su papá lo observa sentado, debajo de la sombra un árbol.
Él, como muchos otros, no asiste a la escuela, y su única motivación diaria es reunir suficiente dinero para que no lo regañen al regresar a casa.
En el semáforo de la Fuente Luminosa, otro menor de 17 años relató que no tuvo la dicha de tener unos padres, pues nunca supo de ellos. Sus primeros años de vida los pasó en casas de acogida y otras instituciones gubernamentales. A los 10 años de edad escapó de uno de estos centros y comenzó a deambular en las calles.
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En las noches duerme con otro grupo de niños en el Monumento a La Madre, donde aguantan frío, lluvia y hambre. «Si no pido, no como, nosotros dormimos en el Monumento con varios. Yo ando desde los 10 años en la calle y conocí los vicios«, relató.
Este joven contó que todos los días se arriesgan a muchos peligros e incluso, en una ocasión, lo intentaron secuestrar.
«Yo estaba con los demás allá en la noche, y unos robachicos se pararon en un carro y nos querían secuestrar, pero nosotros peleamos y nos agarramos a acuchilladas para que no nos llevaran», reveló.
Este menor indicó que alguna vez en su vida tuvo la ilusión de tener unos padres, de regresar a una casa donde hubiese comida y una cama, y hasta de estudiar. Sin embargo, reconoció que solo era un sueño, ya que su realidad es otra muy distinta.
Semáforos de SPS son escenario de sobrevivencia
El sociólogo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS), Lelys Paz, dijo a Diario TIEMPO que el trabajo infantil es consecuencia de la reprobable situación económica, social y laboral que viven las familias hondureñas.
«El 64% de la población hondureña vive en pobreza y ese ya es un referente para saber que habrá consecuencias a corto, mediano y largo plazo», comentó.
Paz indicó que las calles de San Pedro Sula se han convertido en un escenario de sobrevivencia para muchos niños.
«Se vuelve un modus vivendi para muchos padres utilizar a los niños como carnadas para que anden mendigando y pidiendo en la calle, en los semáforos. Lamentablemente, el número de niños pidiendo en las calles ha aumentado», indicó.
El sociólogo comentó que los infantes se exponen a muchos riesgos y es lamentable que las autoridades hagan caso omiso a esta situación. «Hay enormes riesgos, enorme vulnerabilidad, acoso sexual, violencia física, la exposición al consumo de drogas, la trata de niños, niños que son reclutados por grupos criminales«, señaló.
El experto señaló que es responsabilidad del Estado velar por estos niños, ya que deberían crear políticas integrales para ofrecerles educación, alimento y recreación. Además, lamentó que instituciones como la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) hasta el momento no tengan políticas integrales para ayudar a estos menores.
«El DINAF tiene que echar a andar toda su maquinaria en política de prevención de mendicidad. Lamentablemente, los semáforos de San Pedro Sula están abarrotados de niños», finalizó.
Alquilados por sus padres
La jefa regional del DINAF, Dacil Velázquez Delcid, reveló que existe una nueva modalidad de trata de personas, y es que muchos de los niños que andan en la calle son alquilados por sus padres.
«Hay redes donde no son directamente los papás o mamás, sino que el papá le alquila (su hijo) a una persona que está explotándolo en la calle. A veces son hasta bebés alquilados, a quienes se les da algún tipo de pastillas para que estén adormecidos», reveló.
Además, contó que muchos de estos niños reciben alimento una vez al día y están más de ocho horas bajo el sol.
¿Qué está haciendo el DINAF?
Velázquez Delcid comentó que se están ejecutando varios planes estratégicos para poder ayudar a los infantes.
«La DINAF, junto con Casa Presidencial, está impulsando una nueva estrategia de abordaje de niños en situación de calle, porque tiene que ser algo integral. Se está pensando en este tipo de población desde la nueva plataforma «Red Solidaria», que está impulsando la Presidenta», dijo.
Asimismo, Delcid reveló que se están buscando nuevos centros donde se pueda trabajar para darle atención integral a los niños que sufren de adicciones o han sido abusados sexualmente.
«Hay que darles un acompañamiento pedagógico y psicológico. Muchos de ellos no están ni inscritos en el Registro Nacional de las Personas (RNP). Es un proyecto caro, pero que se necesita», reconoció.
Delcid indicó que en estos pocos meses del nuevo Gobierno se busca implementar una estrategia diferente. Su objetivo es que los centros del DINAF no parezcan correccionales, para que los niños no se escapen de un lugar seguro.
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