Redacción. Una diputada salteña protagonizó un insólito momento cuando juró para asumir a su banca en la legislatura local, donde asistió con un vestido de novia. “Hoy me caso con la gente”, expresó con lágrimas en los ojos.
Se trata de Griselda Galleguillos, quien se desempeñó anteriormente como concejal del departamento de Rosario de Lerma. “Esto es un símbolo profundo de compromiso con mi comunidad“, mencionó.
La diputada se desempeñó anteriormente como concejal del departamento de Rosario de Lerma.
También recordó a un hombre que vivía en el mismo pueblo que ella. «Cuando inicié mi carrera política hace 10 años hubo un señor de mi pueblo, Don Flores, que me visitaba seguido para apoyarme y darme fuerza. Me decía que cuando llegara a diputada me ponga el vestido de novia y el anillo porque eso simbolizaría el compromiso con la ciudad y la provincia», expresó.
«Hoy él no está aquí, se lo llevó la pandemia. En nombre de Don Flores y de todas las personas que ya no están con nosotros, tengo el compromiso de casarme con ustedes, de cuidarlos, de protegerlos durante mi gestión», continuó.
Los preparativos
Un mes antes de asumir, Griselda le pidió a su hermana mayor, Noe, que le hiciera un vestido de novia “sencillo”. En un principio, dice, a su familia no le gustó la idea.
“Les parecía ‘un poco descabellado’ lo que iba a hacer. Yo les expliqué que para mí tenía un significado muy especial, ya que simbolizaba un hecho que tenía trascendencia en mi carrera política, que siempre fue muy golpeada.
Al final lo entendieron. ‘Si es lo que vos deseás y sentís, hacelo’, me dijeron”.
Finalmente, el pasado viernes 24 de noviembre, diputada salteña asumió su banca vestida de blanco y con el anillo que le obsequió Don Flores. Aunque le hubiera gustado decir una palabras, por “cuestiones protocolares”, no pudo. “Me limité a decir: ‘Sí, juro’ y, después, en diálogo con la prensa local y provincial, expliqué el motivo porque a todos les llamó la atención mi atuendo”, contó a Infobae.
La diputada electa dice que decidió casarse el pueblo para “defenderlo” y, sobre todo, para “desenmascarar la corrupción”. “Para llevar adelante mi campaña, como no pertenezco al oficialismo, vendí las paltas que crecen en el fondo de mi casa. La gente de mi espacio —el Frente Avancemos, que lamentablemente ya se diluyó— lo valoró. De todos los candidatos que se presentaron perdieron todos. Quedé yo sola en toda la provincia. Para mí fue algo muy significativo. Entonces, ¿cómo no voy a casarme con la gente? Quiero hacer las cosas bien porque apostaron por mí. Hice las cosas a pulmón y lo valoraron. Hacer una política distinta es posible. Ese es el mensaje que quiero dar”, agregó.