HONDURAS. Desde el 2016, el terror impuesto por la Mara Salvatrucha (MS-13) llegó al departamento hondureño fronterizo con El Salvador Intibucá, y desde entonces, dicha organización criminal cometió, hasta ahora, 40 asesinatos, según un artículo periodístico de InSight Crime.
En ese sentido, se comenta sobre la historia de un sujeto llamado José Isaías Barahona, también conocido «Slow», miembro de Sailors Locos Salvatruchos (SLS), un grupo que pertenece a la MS13 y que nació en los años noventa en San Miguel, departamento salvadoreño en la frontera con Intibucá.
Según InSight Crime, entre 2016 y 2018, ese malhechor reclutó a dos lugartenientes y a a otros 15 jóvenes para establecer el dominio de la MS en Intibucá. La mayoría eran originarios de Honduras. Así nació una banda que la Policía Nacional de Honduras (PN) identificó como «Los Colochos», por el alias de uno de los miembros.
Para el año 2017, la SLS en Intibucá ya tenía pistolas, escopetas y rifles AR15. Para 2018, la situación seguía empeorando.
Según, Edgardo Tejada, inspector de la Policía Nacional asignado a operaciones antipandillas en el sur de Intibucá, e InSight Crime, entre 2016 y 2019, la MS-13 ultimó a unas 40 personas que no pagaban extorsión o por ser supuestos informantes de las autoridades. Además, Tejada aseguró que en el 2018, unas 90 casas abandonadas en Magdalena y Colomoncagua.
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«Efecto cucaracha»
Lo que pasó con la migración de José Isaías Barahona se le conoce como «Efecto cucaracha»: pues, si la fuerza policial ejerce presión en un lugar, como lo fue en El Salvador, los grupos criminales migran a zonas menos vigiladas, como Honduras.
«Slow» se encargó de enseñar a sus reclutas hondureños cómo utilizar la principal táctica de la SLS y de la MS13: la violencia brutal. Y fue él mismo quien los embarcó en la extorsión.
Sin embargo, en el 2019, el gobierno hondureño mandó un batallón permanente del ejército, el cual custodia la entrada y salida de Camasca. Y aunque la presencia del ejército hondureño ha obligado a los pandilleros a bajar su perfil, estos siguen sembrando el terror en los lugares fronterizos entre Honduras y El Salvador.
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