Redacción.- Varias personas que tienen sus propiedades en la zona noroccidental del país denunciaron que la Comisión de Seguridad Agraria y Acceso a la Tierra, creada para tratar la crisis de la invasión de tierras, no está resolviendo la problemática.
Este problema ha crecido al punto de que «hoy en día están invadiendo los terrenos de un simple productor que con grandes sacrificios tiene 5 manzanas cultivadas, y se las están robando», explicó Ramiro Medina, representante legal de estas personas que están realizando estas denuncias.
La situación en las tierras que resultan invadidas en la zona noroccidental cada vez es más delicada. Muchos propietarios manifiestan que están vendiendo sus tierras a terceros y ahora están aprovechando incluso estos espacios para otro tipo de actividades.
«El problema de la situación de invasiones de tierra que están cultivadas con palma africana continúa en nuestro país. Al parecer no hay voluntad política para solucionar o aplicación de la ley como debe ser», lamentó el abogado.
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Las zonas más afectadas por estas invasiones son las tierras ubicadas en la zona noroccidental.
Además, esta problemática afecta una gran parte del departamento de Cortés, «donde hay un promedio de 40.000 hectáreas (de palma africana) de calidad. Y todo esto significa un sinnúmero de pérdidas diarias a la economía«, dijo Medina.
Comisión contra invasión de tierras
El pasado 6 de julio, el gobierno de la República, en Consejo Nacional de Defensa Seguridad (CNDS) creó la Comisión de Seguridad Agraria y Acceso a la Tierra, para proteger las propiedades de las invasiones de tierra en todo el país.
Los propietarios definen la comisión como un «fracaso«, ya que no les ayuda de ninguna manera para solventar esta problemática que viven en varias zonas del país.
«Los dueños de tierras ya no aguantan esta situación. Las personas se adueñan de manera ilegal de una propiedad o a una zona productiva. En la mayoría de casos el Gobierno no hace nada al respecto por estos robos«, detalló Ramiro Medina.
El abogado comentó que el robo de propiedad debería ser un «delito que no esté calificado como invasión, ni como usurpación de tierra, sino que debería ser un robo agravado, castigado como un delito. Porque el fin de ello no es la usurpación de la tierra».