LEMPIRA, HONDURAS. El padre de Allison Nahomy Argueta, niña que murió tras ser atacada por un pitbull, relató cómo encontró a la pequeña sin vida en el patio de su casa en Lepaera, Lempira, al occidente del país.
De acuerdo con sus declaraciones a Hoy Mismo, ese día Allison iba para la biblioteca a leer.
«Ayer a la 1:30 le pedí que almorzara conmigo y luego le ofrecí llevarla a la biblioteca, pero estaba cayendo una llovizna. La mamá tenía una ropa afuera y por su parte humana que la caracterizaba. me dijo que iba a entrar la ropa y después se iba a ir a la biblioteca y me pidió 20 lempiras para la mototaxi», contó Leopoldo Argueta.
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El padre se fue y la niña quedó en la casa, porque iba a doblar la ropa que su mamá había dejado tendida.
Durante ese lapso de tiempo, el can supuestamente la atacó y enrolló su cadena en el cuello de la menor. El tío de Allison llamó a su padre y le informó lo sucedido.
«Desgraciadamente cuando vine a la casa ella tenía enrollada la cadena del perro en su cuello y tenía rasguños en su cuerpo. Eso fue difícil», reveló.
El hombre en su desesperación intentó ayudar a la niña, sin embargo, era demasiado tarde. «Le quité la cadena, la besé pero le vi el cuello destrozado. Llamé a un amigo doctor para que nos pudiera auxiliar pero ya era demasiado tarde», indicó.
«Durante nueve años fue mi tesoro y ayer la descuidé, 30 minutos fueron para que sucedieran las cosas», agregó con su voz entrecortada. Argueta también relató que en su desesperación e impotencia habría tratado de matar al perro.
«Yo maté al animal, pero quizá algún demonio se le había metido porque cuando vino el Ministerio Público y policías, el animal volvió nuevamente y se lo llevaron», manifestó.
Según informó, el canino se encuentra en manos del Ministerio Público y desconoce qué ocurrirá con él.
Era la mascota de la casa
Leopoldo Argueta contó que el pitbull era la mascota de la casa e incluso la niña era la encargada de darle comida, pues solo tenía seis meses de edad. Asimismo, envió un mensaje a la población hondureña, en especial a los padres de familia para que cuiden a sus hijos.
«Ese perrito tenía seis meses y era la mascota de la casa, mi hija lo cuidaba y alimentaba, pero el diablo actuó y la desgracia pasó».
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