En pésimas condiciones infraestructurales se encuentra la Escuela José Naún Gámez de la comunidad de Los Iralloles, Concordia, municipio de San Francisco perteneciente al departamento de Lempira, en la zona occidental de Honduras.
La escuela es un centro educativo del Programa Hondureño de Educación Comunitaria (PROHECO); que surge como una iniciativa del Gobierno de Honduras. Asimismo, es de la categoría de educación intercultural bilingüe (EIB) o educación bilingüe intercultural (EBI).
La directora, Dinora Molina Villanueva, confirmó que el centro educativo se encuentra en pésimas condiciones. Según comentó, no tiene piso, las paredes no están repelladas, y no cuenta con puertas adecuadas.
El centro educativo fue construido gracias al esfuerzo y sacrificio de los mismos padres de familia. Con los pocos recursos económicos que contaban apenas lograron construirlo de adobe y ponerle tejas en el techo.
“El centro educativo no tiene absolutamente nada. Fue construido a puro empeño, sacrificio y creatividad de los padres de familia de la comunidad. Es un centro educativo pequeño uni-docente”, estableció Villanueva.
Cabe señalar que esa la escuela PROHECO cuenta con una matrícula de 21 alumnos. Además, una sola profesora imparte cátedras a todos los grados.
La directora de ese centro educativo detalló que los niños de esa comunidad no pueden asistir a otro centro educativo. Lo que se debe a que corren algunos riesgos al trasladarse de una comunidad a otra porque que pasan quebradas y lugares peligrosos.
La educadora reveló que realizaron solicitudes a las autoridades municipales pidiendo ayuda para mejorar las condiciones de ese centro educativo.
Sin embargo, las autoridades edilicias lo han desconocido por cuestiones políticas.
“Aquí se acostumbra que en los centros PROHECO, los alcaldes nombran y delegan a sus maestros activistas del Partido Nacional. Solo porque los padres de familia hicieron el centro educativo y yo como maestra los apoyé, se desconoció por parte de las autoridades municipales”, señaló la catedrática.
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Sin ayuda del Gobierno de Honduras o la Secretaría de Educación
Asimismo, afirmó que no han recibido ningún tipo de ayuda de parte del gobierno o de las autoridades de la Secretaría de Educación.
“El centro educativo está bien abandonado. Es un centro educativo que se mantiene en el caserío porque los padres de familia han puesto empeño y trabajo. Incluso han aportado dinero para poder hacerlo. Realizamos actividades como rifas. Yo doné una novilla (ternera) para rifarla, y recaudar fondos. Así se logró levantar la pared, comprar la teja y construir el centro educativo”, expuso la catedrática.
De igual forma, apuntó que padres de familia con parientes en los EE.UU. tuvieron que llamarlos para solicitarles ayuda económica.
“Ellos les pidieron que apoyaran de acuerdo a su capacidad. Ellos fueron anuentes y los apoyaron con una cierta cantidad de dinero. Con esos recursos, apenas el centro educativo se hizo de adobe, tierra y de teja el techo”, reveló.
Villanueva manifestó que actualmente a la escuela no han podido hacerles otras mejoras porque no cuentan con los recursos necesarios.
“Lo tenemos en pésimas condiciones. El suelo está suelto y el polvo cuando los niños hacen aseo por lo general les afecta mucho a su salud respiratoria. No contamos con material pedagógico adecuado. Los pupitres que los niños utilizan son sillas viejas, usadas y que las desecharon otros centros educativos”, criticó.
No hay servicios sanitarios ni sistema de agua potable
El centro educativo PROHECO EIB pertenece al sistema educativo de los pueblos indígenas. Es una escuela que se dedica a rescatar y mantener la cultura lenca.
Para finalizar, la educadora, indicó que sí gozan de la merienda escolar. No obstante, no cuentan con proyectos de agua potable. Ni tampoco con servicios sanitarios o con cercas que den seguridad al interior del centro educativo.
“No tenemos absolutamente nada. Tenemos sistema eléctrico porque se hizo una actividad para pedir dinero y así instalarlo”, concluyó la maestra.
