SAN PEDRO SULA. Las autoridades se volvieron a pronunciar sobre el hecho violento registrado días atrás en el Barrio Lempira, donde murió a balazos un transportista.
Según destacaron, ya hay alguna pistas sobre los responsables, pues aducen conocer ya su ubicación, pero sólo esperan afinar algunos detalles para capturarlos mediante operativo.
De acuerdo a lo pronunciado por la Policía, los indicios claves recabados hasta ahora se derivan de la camioneta que dejaron en abandono los malhechores. Esto, tras un intercambio de balas y una feroz persecución contra miembros militares. Al parecer, los responsables del homicidio son pandilleros.
Se dijo que los sujetos radican en barrios de Chamelecón y el posible motivo es la extorsión. La camioneta Kia Sportage, color negro, con placas PED 0464 fue localizada en el sector Chamelecón.
Dentro del vehículo se encontró un fusil M-16 calibre 7.56. Se supone que fue con el que le habrían dado muerte al motorista de la empresa Etruch, Agenor Gonzales Moreno, de 57 años de edad.
Según el relato de testigos, a eso de las 6:15 a.m. Gonzales Moreno detuvo el autobús en la estación ubicada en la 10 calle y 8 avenida del barrio Lempira. En ese momento se le puso al lado una camioneta Kia, color negro. De allí se bajaron sujetos armados que le dispararon en varias ocasiones.
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Moreno murió instantáneamente quedando en el asiento del conductor. Compañeros del ahora occiso aseguraron que éste no tenía enemigos. Además, destacaron que llevaba más de 20 años trabajando en esta ruta.
La policía desplegó patrullas en los alrededores en busca de los responsables. Mientras que la empresa de transporte paralizó sus operaciones tras el asesinato del motorista.
Conductor de autobús asesinado se había salvado de morir en 2008
El conductor Agenor Gonzales Moreno, quien fue asesinado en una parada de bus en San Pedro Sula, se había salvado de morir por una rama que le atravesó el tórax hace casi diez años.
Eran las 5:30 de la mañana de un viernes de 2008, cuando al chofer una rama de un árbol de acacia le traspasó el torso de lado a lado.
En aquel entonces Agenor relató que vio el árbol caer en la entrada de la colonia Fesitrahn, pero no tuve tiempo de reaccionar al incidente que casi le cuesta la vida. «Venía a 60 kilómetro. Si hubiera venido a más velocidad me habría salvado de la estaca», relató.
La familia de Agenor, quien era nicaragüense de nacimiento y hondureño residente, conserva el trozo de madera que casi le quita la vida y que el médico cirujano le regaló.
