FARÁNDULA. El reconocido religioso hondureño Santiago «Chago» Zúniga, ha compartido su frustración por tener dificultades para llevar la palabra de Dios al pueblo nicaragüense, pues le han negado la entrada en dos ocasiones.
El autonombrado apóstol se encuentra visitando varios países, con el fin de evangelizar a la población. Sin embargo, sus intenciones se han visto afectadas por las restricciones en Nicaragua, donde no le han permitido el ingreso.
A través de un entrevista con el medio El Tocoëñohn, «Chago» Zúniga explicó que ha intentado entrar en dos ocasiones a Nicaragua, pero no se lo han permitido. «Se están endemoniando, dos veces voy intentando (entrar a Nicaragua) pero solo la desgracia por ahí entra», externó el religioso.
A pesar de estos inconvenientes, Zúniga se mantiene optimista y firme en continuar llevando a las masas el mensaje de Jesucristo. Dijo que pronto estará de visita en Costa Rica, donde espera evangelizar a muchas personas para guiarlas en el camino correcto de Dios.
Aunque no reveló una fecha exacta para su llegada, Chago indicó que necesitaría al menos una semana en el país centroamericano para cumplir su propósito.
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Problemas en Nicaragua con la iglesia
Nicaragua ha experimentado una serie de tensiones y conflictos entre el gobierno y la iglesia en los últimos años. Estos problemas se derivan principalmente de diferencias ideológicas y políticas, así como de disputas sobre el papel de la iglesia en la sociedad nicaragüense.
Uno de los principales puntos de fricción ha sido el papel activo que algunos líderes religiosos han tomado en la crítica al gobierno de Daniel Ortega. La iglesia católica, en particular, ha levantado su voz en defensa de los derechos humanos y la democracia, lo que ha llevado a enfrentamientos con el gobierno.
El gobierno, por su parte, ha acusado a la iglesia de interferir en asuntos políticos y de apoyar a la oposición, generando más tensiones. Esto ha llevado a una serie de enfrentamientos públicos entre líderes religiosos y funcionarios del gobierno, así como a la expulsión de algunos sacerdotes extranjeros.