Mientras el tan publicitado proyecto de unión aduanera entre Guatemala y Honduras pasa a la enésima postergación, en París el ciudadano presidente Juan Orlando Hernández presenta a un grupo de empresarios franceses su fantástica idea de convertir a Honduras en uno de los principales centros logísticos del continente americano.
Como preludio de esa partitura, el secretario de Relaciones Exteriores Arturo Corrales estuvo lanzando a los vientos la melodía de la apertura impostergable de la Unión Aduanera entre ambos países –a la que se uniría prontamente El Salvador– el 15 del presente mes y que había sido programada para el pasado 1º de diciembre.
Sin embargo, la aprobación por parte del Legislativo guatemalteco del protocolo habilitante para la unión aduanera (de libre intercambio comercial y de personas) ni siquiera fue punto de agenda del congreso chapín, cuya legislatura de 2015 cerró sus sesiones la semana pasada, lo cual es la repetición del fracaso que viene dándose sistemáticamente desde hace, más o menos, veinte años.
Con la proverbial labia de la diplomacia gala, los empresarios y funcionarios de la Cancillería aplaudieron la jocunda exposición del ciudadano presidente de Honduras, a sabiendas, sin duda, de la triste realidad hondureña en materia económica y financiera, pero también siempre listos a sacar ventaja, porque así es el mundo de los negocios.
“Mi admiración de cara al trabajo que ha realizado –expresó Jean Burelle, presidente de MEDEF International al mandatario hondureño–, porque usted trabaja de cara a todos los sentidos: carreteras, aeropuertos, minas, turismo, seguridad alimentaria…” Pero eso no es para traer inversiones sino para vender maquinaria, insumos y servicios. El financiamiento es, como decimos vulgarmente, otro “pisto”.
Asimismo, Sthefane Witkowski, presidente del Instituto de Altos Estudios de América Latina, se hizo cargo del tema de la Unión Aduanera entre Honduras y Guatemala, “ya que es un paso muy interesante para concretar el proyecto de
Integración centroamericana”. Y agregó que los empresarios aprecian “particularmente el tema de infraestructura y alimentación”.
Para rematar los elogios cortesanos, Philippe Mathieu, presidente de Servicio de Estudios de Transportes Innovadores y de Movilidad manifestó:
“Cuando vamos a Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, hay cosas que no vemos y que luego constatamos en Honduras, donde hay gente humilde pero aun así vive en una situación privilegiada comparada con los países vecinos”.
Y aquí el salto de espaldas de Condorito: Una situación privilegiada de 94 masacres (matanza, del francés) mensual, 70% de pobreza con 45% de pobreza extrema en ascenso, y corrupción estructural. La parte buena: régimen fascista en proceso de continuidad a como haya lugar, por vía inconstitucional.
