FARÁNDULA. Faltan apenas dos días para que se celebre el acontecimiento más esperado por el mundo del cine: la ceremonia de entrega de los Oscar, que tendrá lugar en el teatro Dolby de Los Ángeles el próximo 12 de marzo. Los preparativos están es marcha y la expectación ha sido máxima en el momento de desplegar la mítica alfombra que esta vez no es roja.
La sorpresa ha llegado al comprobar que, este año han optado por el color champán, algo inaudito, pues las estrellas de Hollywood llevan desfilando por este glamuroso camino color bermellón desde 1961.
El presentador de la gala, Jimmy Kimmel, ha explicado este cambio de la forma más divertida. «La gente se pregunta si habrá violencia este año, esperamos que no, pero creo que la decisión de que la alfombra sea color champán nos demuestra lo confiados que estamos de que no se derramará sangre«, bromeó el presentador principal de esta 95 edición de los Premios, Jimmy Kimmel, minutos antes del despliegue.
Una broma con la que Kimmel recordaba la bofetada que Will Smith propinó a Chris Rock durante la ceremonia del pasado año. Ese incidente eclipsó aquella ceremonia y lo que la Academia, que fue criticada por reaccionar tarde, espera ahora dejar atrás.
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Un cambio de estilo
El cambio de color de la alfombra que ya no es roja no es más que una decisión de estilo, según los responsables de la Academia.
«Le pedimos a nuestro equipo (encargado de la decoración) un estilo que fuera bien para el día y para la noche», justificó Bill Kramer, director de la Academia, presente en este acto junto a la presidenta de la institución, Janet Yang.
El champán de la alfombra contrasta con el rojo oscuro de las cortinas y el blanco de las columnas del teatro de la decoración, que se completa con las icónicas estatuillas.