Al norte y no al sur está la zona cero por cambio climático en Honduras (2 Parte)

0
3080
cambio climático

TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los pasos devastadores de los huracanes Fifí y Mitch por Honduras dejó muchas lecciones y marcas como lo vulnerable que es el país ante los fenómenos naturales, pero especialmente ante los efectos del cambio climático que ya planeaban sobre el planeta.

Cuando se cumplieron 20 años del paso del Mitch, un estudio del Conservatorio Territorial de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), detalló que la nación no podría tolerar un fenómeno más, con igual o mayor magnitud que el Mitch.

En ese informe la UNAH estableció que el grado de vulnerabilidad del país aumentó de tres a cuatro veces si enfrentara un nuevo desastre natural.

Cabe destacar que desde el Mich, Honduras no ha enfrentado ningún otro fenómeno de esa magnitud.

De acuerdo al Índice de Riesgo Climático (IRC) que publica anualmente Germanwatch, en la última década, Honduras pasó a ser el segundo país más afectado por huracanes, tormentas o inundaciones.

Por su parte, la directora del Conservatorio de la UNAH, Claudia Mondragón, advirtió en 2019 que “parece ser que los fenómenos cada vez serán más fuertes y nosotros como país no podemos cambiar eso”.

Lea también: Cambio Climático: El mar se «come» 600 metros de línea costera de OMOA (1 Parte)

Las lecciones del Fifi y Mitch 

El huracán Fifí dejó por su pasó sobre Honduras la muerte de entre 8 a 9 mil personas, 100 mil damnificados y pérdidas arriba de los 200 millones de dólares.

Los archivos establecen que el devastador huracán inició como una onda tropical al nororiente del mar Caribe un 14 de septiembre de 1974, año que gobernaba a Honduras una Junta Militar liderada por el general Oswaldo López Arellano.

Huracán Mitch dejó

5 mil 657 personas muertas

y 8 mil 58 desaparecieron

Sin embargo, menos de una semana después, el fenómeno cambiaría de categoría para convertirse en huracán, el cual azotó mayormente la zona norte del territorio hondureño. Sectores como Choloma, Cortés, Omoa, Tela y San Pedro Sula, reportaron cuantiosas pérdidas materiales con el paso del Fifí.

Este huracán fue considerado por varios años como el más fatídico en la historia de Honduras, hasta que, en 1998 surge un nuevo fenómeno que volvería a estancar la economía del país y convertirlo en uno de los más vulnerables ante los fenómenos naturales, se trata del temido huracán Mitch.

¿Cómo cambió la historia del país en 1998?

Justo cuando la nación se recuperaba de las heridas que dejó el Fifí, el 22 de octubre de 1998, la historia se repite, pero en esa ocasión con mayores consecuencias que lo ya vivido en 1974.

Imagen satelital del huracán Mitch ingresando a la costa norte de Honduras.

El 30 de octubre de 1998 es la fecha oficial en la que el Huracán Mitch salió del territorio nacional dejando una marca imborrable en los catrachos, para ese entonces Carlos Roberto Flores era el presidente de la nación.

Imágen áerea de Comayagüela en octubre de 1998.

El huracán Mitch de categoría cinco, es actualmente el fenómeno natural más potente que devastó Honduras. Registró velocidades máximas en los vientos de 290 kilómetros por hora.

Las torrenciales lluvias ocasionaron fuertes inundaciones en la zona norte del país. (Galería cortesía de OnceNoticias)

Además, cobró la vida de 5 mil 657 personas, mientras que unas 8 mil 58 desaparecieron y 1.5 millones de hondureños quedaron damnificadas. A esto se le suma, unas 285 mil viviendas dañadas y millones de dólares en pérdidas económicas.

Desempleo, enfermedades, hambruna, pérdida de vidas humanas y vulnerabilidad, son el resultado del paso de los citados fenómenos meteorológicos por el territorio nacional en 1974 y 1998, respectivamente.

Miles de personas quedaron incomiunicadas luego de que el desborde de ríos ocasionara el colapso de puentes.

Pocos son los países en el mundo que reciben tanto impacto por fenómenos climáticos, en frecuencia como en intensidad, como es el caso de Honduras, según establecen investigaciones en base a esos fenómenos naturales.

Así lucía el puente Malyol de la capital en 1974.

Le puede interesar: Se cumplen 21 años: Honduras recuerda la catástrofe del Mitch

Estrategia Nacional de Reconstrucción

Ante los efectos desastrosos del huracán Mitch, el gobierno de aquel entonces estableció la Estrategia Nacional de Reconstrucción.

Foto archive: El expresidente Carlos Flores muestra los desastres del Huracán Mitch al ahora expresidente del EEUU Bil Clinton.

El objetivo era permitir al país orientar la cooperación de la comunidad internacional a la reconstrucción y transformación nacional en el sector de ambiente y recursos naturales, en respuesta a los efectos causados por el huracán Mitch.

Al menos así lo establece la Primera Comunicación Nacional en su página 69 de 106, docuemnto que muy pocos conocen. Pero, si bien es cierto, lo que todos sabemos de este importante informe es casi similar a lo que conocemos de la lucha de Honduras contra el Cambio Climático.

Otros objetivos 

Entre los objetivos del Plan Maestro de la Reconstrucción y Transformación Nacional (PMRTN) destacaron:

1-Rehabilitar y dinamizar los sectores productivos;
2-Reponer y mejorar la infraestructura;
3-Rehabilitar y reformar los sectores sociales;
4-Fortalecer la estabilidad macroeconómica;
5-Institucionalizar un nuevo tipo de gestión de riesgos, para prevenir y mitigar desastres;
6-Un manejo eficiente y transparente de los recursos destinados la reconstrucción nacional.
Financiamiento

También se estableció para garantizar una ejecución eficiente, transparente y sostenible, que se requerían recursos: US$17.0 millones, de los cuales US$16.6 millones serían provenientes de donaciones de la comunidad internacional.

La directora del Conservatorio de la UNAH, Claudia Mondragón, señaló, al conmemorarse los 21 años del Mitch, el año pasado, una muestra de que los planes de mitigación no han sido aplicados con rigor.

“Parece ser que los fenómenos cada vez serán más fuertes y nosotros como país no podemos cambiar esto, pero sí dejar de construir riesgos con el asentamiento de personas en las márgenes de los ríos”, indicó la experta.

La experta se refería a la rápida sobrepoblación en la ciudad capital que significa un atraso en el desarrollo de la misma. Otro dato relevante es que 22% de las viviendas en Tegucigalpa no están bajo el estándar de habitabilidad requerido.

“Nos advirtieron que nuestros nietos no tendrían pueblo, pero nunca imaginé que yo misma lo vería desaparecer”, dice doña Alejandrina, de 70 años, mientras llora junto a la que era su sala de fiestas.

Diario El País, España.

 

En consecuencia, el 25% de la población que reside en la capital vive en asentamientos informales; o sea, que los estándares de construcción de esas viviendas son inadecuados.

Además, señala que desde el Mitch se diseñaron cerca de 700 planes de mitigación y gestión ambiental a nivel del país. Pese a ello, dichos proyectos se mantienen “engavetados”.

25 años después de la lección del Fifí y el Mitch 

Una reciente publicación del prestigioso diario español, El País, hizo alarmantes revelaciones sobre los efectos del cambio climático en Honduras.

Por ejemplo, catalogó a Cedeño, al sur del país, como la zona cero del cambio climático, una mención que alarma y nos pone a revisar qué hemos prometido y hecho como país para mitigar los afectos ante ese fenómeno ambiental mundial.

Dicha publicación reveló que, en Cedeño, ubicado en el Golfo de Fonseca, el mar se está comiendo la costa a un ritmo de un metro y 22 centímetros cada año. No obstante, en Cuyamel, la situación es más alarmante pues se pierde un metro por mes desde el año 2006.

Al igual que en Omoa, el mar también destruyó viviendas en Cedeño, zona sur de Honduras (cortesía El País).

En base a esa medición, biólogos de Cuerpos de Conservación de Omoa ya habían pronosticado que la pérdida de la línea de la costa prevalecería durante los próximos 10 años, anuncio que se cumplió ya que a la fecha se comprobó el avance del mar hacia la costa en unos 600 metros.

En base a ello, la zona cero del cambio climático en América Latina no está hacia el sur, sino al norte y lo más grave que el cambio climático ya está en Honduras.