Redacción. En un abrir y cerrar de ojos, la vida de Mario Mariel Oviedo se apagó mientras se bañaba junto a su madre y hermanos en las aguas de Grand Isle, Louisiana, en Estados Unidos el pasado fin de semana.
Según el relato de su padre, Mario Oviedo, el adolescente de 14 años no sabía nadar y se encontraba en una zona no profunda, donde el agua les llegaba hasta la cintura; pero de repente el mar se tornó agresivo, por lo cual su pareja decidió salir del agua, sacando a otros dos menores de 8 y 10 años mientras le decía al fallecido que saliera junto a ellos.
“Cuando ella volteó a ver hacia atrás, él tenía sus ojos cerrados y la mano levantada hacia el cielo y después se perdió”, dijo con la voz entrecortada el padre.
Una tradición se convirtió en una pesadilla
La familia, oriunda de Colón, Honduras, acostumbraba ir a ese balneario cada año durante el feriado de Memorial Day.
La desaparición se registró alrededor de las 3:00 p.m. del sábado 26 de mayo y la guardia costera encontró el cuerpo sin vida del muchacho al cabo de 24 horas, el domingo por la tarde.
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Hace dos semanas, el adolescente se había graduado de la secundaria y, de acuerdo con su padre, sus ambiciones a futuro eran entrar a estudiar en The New Orleans Military/Maritime Academy (NOMMA) para convertirse en militar de la marina.
El trágico incidente ha llenado de luto a los parientes de Mario que residen en Algiers y a su familia en Honduras.
Los pastores García, de la iglesia Nueva Vida donde se congrega la madre, decidieron dar el primer paso y llamar al periódico Jambalaya News Louisiana solicitando ayuda en la difusión de la trágica noticia y a la vez solicitar ayuda ciudadana para poder cubrir los gastos fúnebres del joven.
Fuente: Jambalaya News Louisiana.