Para vivir, un animal necesita alimento, agua y cuidados especiales cuando está enfermo, básicamente. Si te preocupas de que tenga estas tres cosas, lo más probable es que puedas verlo crecer, tener crías y envejecer. Pero para verlos felices esto no es suficiente. Si quieres conocer la sonrisa de cualquier animal, apapacharlo mucho es fundamental.
Este trabajador del Santuario Igualdad Interspecie, ubicado en Chile, comenzó a acariciar a una vaca del lugar muy tiernamente. La vaca estaba recostada con su cabeza en los muslos del hombre y su cara de felicidad se puede notar a metros de distancia.
Pero lo más tierno es lo que ocurre cuando un cerdo se percata de la situación y se acerca al hombre en busca de su dosis de cariño.
Un perro también está ahí a la espera de su turno, mientras mira con cara de pena al apapachador. Pero, ¡eeeh! llega su turno y él quiere jugar
Todos están felices. De pronto el gato ve esta escena y se suma sigilosamente. También recibe su cariño, pero en ese segundo el cerdo decide que es su turno de nuevo y aparta al gato del camino. Sabiendo que tiene todas las de perder, el gato se hace un lado, pero no sin antes prometer con su mirada volver.
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