España.- Por todos es conocido el gran palmarés que ostenta el astro argentino, en una carrera legendaria que lo ha posicionado como la máxima figura histórica del Barcelona.
Pero el 10 del FC Barcelona ya dejaba muestras de su increíble talento, mucho antes de obtener el reconocimiento de las masas como uno de los mejores en la historia de este deporte.
Su calidad innata para conducir el balón, crear y finalizar jugadas, lo llevaron a romper todo récord existente en las categorías inferiores del Barcelona. No pasó mucho tiempo antes de que los técnicos del primer equipo se fijaran en su potencial.
El ascenso de una estrella
El Barcelona atravesaba un proceso de reconstrucción en el año 2003, luego de las secuelas que había dejado la era de Gaspar como presidente del club.
Laporta llegaba ese año para asumir como el máximo mandatario en la ciudad condal. Inició una época gloriosa, la más exitosa para los azulgranas y de la que Messi sería parte tiempo después.
Sin embargo, el 2003 es recordado por un hecho en particular, el debut con el primer equipo del máximo icono en la historia del Barcelona. Apenas a sus 16 años, Messi ya pisaba el césped del recién construido estadio Do Dragao. Ese recinto deportivo, es el que alberga desde entonces los partidos como local del Porto.
El argentino ingresó a los 75 minutos de aquel partido amistoso. Esto sirvió para inaugurar oficialmente el nuevo recinto del equipo portugués, dirigido en ese momento por José Mourinho. !Las cosas que tiene el fútbol!
Méritos de sobra para ser considerado jugador del primer equipo del Barcelona
Meses antes, Lionel Messi había puesto fin a una temporada magistral en rendimiento y estadísticas. El nacido en Rosario había marcado 38 goles en 31 partidos con el equipo Cadete.
Sus impresionantes números lo llevaron al juvenil B para la temporada 2003-2004. Luego de exhibir su magia con el balón, el entrenador del juvenil A, Juan Carlos Pérez Rojo, lo reclutó de inmediato para hacerlo debutar en un partido contra el Hércules por la fecha 2.
En esa misma temporada, Messi realizó algo sin precedentes en la historia del Barcelona. Participó hasta con 5 categorías diferentes entre las inferiores del club y el primer equipo. Por tal motivo, sería considerado junto a otros canteranos por el técnico holandés Frank Rijkaard, para disputar ese amistoso que representó su debut con el cuadro blaugrana.
A partir de aquí, el resto es historia. Una historia que se cuenta sola en goles, asistencias, jugadas espectaculares y un sinfín de títulos para engrandecer su imagen de leyenda y el legado de un Club, que agradecerá por siempre aunque pasen los años, haberlo tenido en sus filas.
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