SAN PEDRO SULA. La pequeña Yassary Lisbeth Perdomo Díaz, de siete años de edad está necesitando de la voluntad y ayuda de los hondureños en este momento de su vida tras luchar por ya varios años con una gran dificultad física.
Su madre, Dora Lizeth Perdomo, de 25 años de edad, al igual que su esposo Juan Carlos Vásquez, de 27 años de edad, están pidiendo a hondureños de buen corazón puedan unirse a esta noble causa, mejorar la calidad de vida de su pequeño ángel.
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27430104305542 Banco Azteca a nombre de Dora Lisseth Perdomo Díaz.
Teléfono de su madre: 9649-9525
«Mi niña nació con la vejiga pequeña y su vagina cerrada, por eso le pusieron una sonda para que pudiese hacer sus necesidades. Hemos viajado al Hospital «Benjamín Bloom», en San Salvador, El Salvador, cinco veces sólo este año y aunque el tratamiento es gratis allá, hay que hospedarse, comprar comida, transportarse y muchas veces nos quedamos hasta 15 días en el hospital, por todo esto necesitamos apoyo económico», dijo de forma desgarrada su mamá a Diario TIEMPO.
¿Qué le dice su hija?
«Ella pregunta que si cuando esté grande ya no tendrá las válvulas en el estomaguito, pero yo le digo que no se ponga triste, que hay que pedirle a Dios, pero se nota que a ella le da pena, no me imagino cuando crezca», enfatizó Dora Perdomo a este periódico.
Agregó: «le pido a Dios un milagro en ella, que pueda ser normal, es difícil ver todo lo que está pasando, lleva trece cirugías y es que el problema se ha ido complicando y cada vez que vamos es más dinero el que se necesita».
La residente en Colonia San Antonio de Chamelecón, mencionó que tienen cita en el Salvador el próximo 4 de octubre, pero están sumamente preocupados porque no tienen el dinero para viajar, puesto que ella es ama de casa y su esposo, con quien ya tiene nueve años de casada, es motorista, pero no lo dejan como permanente.
Su familia está enfocada en cumplir este viaje, que con traslados, medicamentos, comidas y estadía, alcanza los 20,000 lempiras, para ello, realizaron un llamado a las empresas y ciudadanos a colaborar con esta causa.
La vida de Yassari está en riesgo todos los días, pero ella y su familia siguen luchando contra un enemigo que acecha silenciosamente. El reloj corre en contra, sólo la fe y la solidaridad podrá hacer que se detenga en favor de esta pequeña cuya sonrisa no quieren que se apague.
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¡Hoy por ella, mañana por tí, Yassary te necesita, Dios es amor, hágase el milagro!
