Tegucigalpa, Honduras. Un lamentable hecho ocurrió esta mañana cuando el periodista César Silva, de la cadena televisiva Une-TV, se salvó de recibir una puñalada.
El hecho ocurrió mientras realizaba una transmisión en directo desde los alrededores del Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza. En ese sentido, el comunicador transmitía su programa “Caminando con Silva”.
Sin embargo, de repente se le acercó un hombre que con un puñal en su mano derecha quiso agredirlo. No obstante, la reacción de Silva lo salvó de ser apuñalado.
A criterio del periodista hondureño, este tipo de acontecimientos de intolerancia fue generado por las declaraciones como las vertidas esta mañana por el secretario de la presidencia, Ebal Díaz.
“Esto es lo que provoca Ebal Díaz, me hizo una puñalada y la logré esquivar”, dijo durante su intervención en vivo. Seguidamente, varios transeúntes que estaban presentes intervinieron para que el hecho no pasara a más.
Finalmente, un elemento de la Policía Nacional que se encontraba cerca del lugar pudo intervenir y se llevó para al agresor que vestía una camisa morada.
Para finalizar, es oportuno mencionar que César Silva ha denunciado en reiteradas ocasiones agresiones de agentes de seguridad del Estado. Esto, durante el Golpe de Estado (2009) y recientemente luego de las elecciones generales del 26 de noviembre del 2017.
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La más reciente agresión contra periodista de Une-TV
A inicios de este año, la Alianza de Oposición realizó una manifestación en Tegucigalpa. Al final, la marcha terminó en un zafarrancho entre manifestantes y miembros de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).
En ese sentido, un contingente de la PMOP agredió verbal y físicamente a periodistas. Entre los afectados estaban Rony Martínez, César Silva y Mauricio Suazo, todos de la televisora Une-TV.
Los reporteros se encontraban en la protesta dando cobertura para ese medio de comunicación. Además, los periodistas estaban plenamente identificados, y explicaron a los uniformados pertenecer al medio de prensa.
Asimismo, argumentaron que estaban cubriendo la manifestación. Sin embargo, a los uniformados no les bastó ni impidió para que les quebraran una cámara y un micrófono.
