Esta pareja estaba esperando su primer hijo. Fueron al médico con la emoción de todo padre primerizo a hacerse un ultrasonido, pero algo salió mal.
Al recibir la mala noticia, se prepararon para lo peor, todas sus ilusiones se desmoronaron. A pesar de la tormenta que vivían no dejaron de darle gracias a Dios, porque en fe declararon que Él tenía todo bajo control.
Pidieron un milagro y Dios los escuchó…