AFP. El Vaticano condenó este jueves el pasado colonial de la Iglesia Católica, al rechazar la «doctrina del descubrimiento» de América y repudiar los edictos papales del siglo XV que autorizaban esclavizar a los indígenas.
En un documento elaborado por el Dicasterio (ministerio) para la Cultura y la Educación y el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Vaticano toma clara posición contra las campañas de conversión forzada llevadas a cabo por la iglesia tras la llegada de los europeos al continente americano en 1492.
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La Santa Sede deroga las «bulas» papales (documentos oficiales firmados por un papa) que dieron origen a la «doctrina del descubrimiento», que autorizaba a las potencias europeas a colonizar países no cristianos, tierras y pueblos.
Investigación
En la nota, el Vaticano se refiere a las ‘bulas’ emitidas en el siglo XV por Nicolás V y Alejandro VI.
Se trataba de documentos pontificios que autorizaban al rey de Portugal a conquistar sarracenos y paganos para reducirlos a una esclavitud indefinida y daban al reino de Castilla el derecho a conquistar América y reclamar como propios los territorios descubiertos así como enviar hombres para evangelizar.
«La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica«, subraya el texto.
El contenido de esos documentos «los manipularon para fines políticos por las potencias coloniales (…) para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin la oposición de las autoridades eclesiásticas», sostiene el texto.
Contra la «doctrina del descubrimiento»
«Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón», admite el Vaticano, tal como como lo ha hecho Francisco durante su viaje a Canadá.
«La Iglesia católica repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas, comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente como ‘doctrina del descubrimiento'», resume el texto.
Al repudiar oficialmente ese pasado colonial, la jerarquía de la iglesia católica actual se compromete a «abandonar la mentalidad colonizadora». También, a fomentar «el respeto recíproco y el diálogo, reconociendo los derechos y valores culturales de los individuos y los pueblos».
El papa Francisco exhortó a los cristianos a «no dejarse contaminar por la idea de que existe una cultura superior a otra. Y que es legítimo usar medios de coacción contra los demás».