«Debemos ser muy fuertes en la frontera, pero al mismo tiempo debemos ser compasivos», manifestó Donald Trump, presidente de Estados Unidos, al anunciar que en los próximos días firmará una orden ejecutiva para ponerle fin a la separación de familias.
Hace unos días circularon imágenes de las condiciones a las que someten a menores luego de separarlos de sus padres. La indignación a nivel internacional caló en el gobierno del republicano que hoy dijo: «Queremos mantener a las familias unidas».
El mismo presidente estadounidense expresó a medios de comunicación que es una medida preventiva. «En última instancia, será acompañado por la legislación, estoy seguro”, dijo.
La política migratoria de «Tolerancia Cero» fue duramente criticada al conocerse sobre los tratos inhumanos. Cabe destacar que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sigue órdenes emitidas desde la Casa Blanca.
En ese sentido, la política separa a los niños de sus padres cuando llegan a la frontera de EE.UU. a solicitar asilo. Además, un aspecto importante, es que en los centros de detención de migrantes se registra un aumento notable en los suicidios.
Los inmigrantes se someten a condiciones deplorables y al separarlos de sus familias y desconocer por completo su situación, en medio de una crisis desesperante, optan por quitarse la vida.
Política «Tolerancia Cero» del gobierno de Trump
Según Kirstjen Nielsen, secretaria del DHS, en la actualidad hay más de 2 mil menores bajo esta situación. Sin embargo, las críticas nacionales e internacionales y de líderes religiosos que apoyan a Trump, no se hicieron esperar.
“No se requiere que el Congreso haga algo para cambiar la situación de separar a las familias. La Administración Trump sigue diciendo que esto solo puede cambiarse o corregirse por el Congreso, pero eso no es cierto”, dijo Doris Meissner.
Meissner es analista senior del Instituto de Política Migratoria (MPI) y excomisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS). Aseguró que si el gobierno republicano no reajusta la política migratoria, las declaraciones del presidente son una «pantalla de humo».
