LA CEIBA, ATLANTIDA. – Familiares, amistades, igualmente dirigentes y aficionados del Vida de La Ceiba, dieron hoy el último adiós al guardameta de los Rojos Óscar Seid Munguía, asesinado el sábado anterior en esta ciudad.
Fue una tarde triste. Mucho llanto y dolor, sobretodo indignación por parte de la comunidad, puesto que es un hecho repudiable en una ciudad que se ha tornado violenta.
Uno de los dirigentes del equipo, exclamó que era una perdida dolorosa para el fútbol hondureño, puesto que el joven futbolista tenía muchas proyecciones a futuro.
“Estuvo en el proceso de muchos años en la institución, lástima que se apagó esta estrella. El pintaba ser un buen jugador, un prospecto para ser un futbolista, incluso para selección nacional”, mencionó.
Por lo pronto, sus amistades, dirigentes del equipo Vida y las fuerzas vivas de la ciudad: esperan que sean las autoridades que aclarezcan este crimen y den detención a los hechores.
Hechos
Según información, la madrugada del 18 de noviembre, el guardameta se encontraba en un hotel de la ciudad de La Ceiba en compañía de unos amigos cuando inició una discusión con otros sujetos. Uno de ellos partió rumbo a una habitación y regresó con un arma de fuego para quitarle la vida a Munguía y a uno de sus acompañantes a balazos.
Tras los hechos, el presunto implicado partió del lugar y hasta el momento las autoridades no han podido dar con su paradero ni han realizado alguna detención.
Óscar Said debutó en el máximo circuito del fútbol ‘catracho’ con el Victoria, posteriormente pasó por Real Sociedad antes de llegar al Vida, equipo con el que salió a la banca por última vez el pasado 11 de noviembre en la victoria ante Olimpia, en la jornada 18 de la liga.
