Redacción.- Tratando de huir de la pobreza y la violencia que azota su tierra natal, los hondureños emprenden el viaje hacia los Estados Unidos, en un intento por dar una mejor vida a sus familiares; una vez allá, muchos de ellos encuentran la posibilidad de hacer más dinero uniéndose al tráfico de drogas en tierras estadounidenses, según una investigación realizada en San Francisco, California.
Y es que una investigación realizada por el periódico San Francisco Chronicle, asegura que la mayoría de hondureños están llegando a la ciudad de San Francisco con la intención de vender drogas y enviar dinero a sus familiares en Honduras.
El medio de comunicación realizó 25 entrevistas de traficantes hondureños, de las cuales, la mayoría procedían del Valle de Siria, conformado por los municipios de El Porvenir, San Ignacio y Cedros, en el departamento de Francisco Morazán.
El San Francisco Chronicle concluye que gracias al tráfico que realizan los hondureños, el Valle de Siria ha tenido un «boom inmobiliario». Prueba de ello sería que muchas de las casas cuentan con las iniciales de SF, haciendo referencia a San Francisco, mientras que otras muestran el reconocido puente El Golden Gate.
El diario estadounidense sostiene que en el Valle de Siria se están construyendo verdaderas «mansiones» que no están al alcance de un país de tercer mundo.
Varios residentes del Valle de Siria están de acuerdo con estas aseveracioens. Para Ofelia Raudales Varela, de 88 años de edad, los hondureños que trabajan legalmente en San Francisco envían remesas, pero no les alcanza para construir una casa de esa magnitud.
«No hay otra opción para que hagan una casa de esa manera, si no fuera para vender drogas en los Estados Unidos”, manifestó para San Francisco Chronicle. Pero los hondureños no son catalogados como «grandes traficantes», sino, los que se encargan de mover y ofrecer la droga en las calles de la ciudad estadounidense.
La investigación arrojó que la droga que están menudeando es el fentanilo barato, que le ha cobrado la vida a unas 2,200 personas desde 2020. Esta droga es traficada por el los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, quienes la transportan a la costa oeste, así lo confirmó Wade Shannon, ex directora de la Administración Federal de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) de San Francisco.
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«Aman San Francisco»
De acuerdo con un oficial de policía jubilado, los traficantes hondureños han tenido presencia en el Tenderloin (barrio en el centro de SF) durante al menos 35 años. Pero ahora lo hacen al aire libre en las calles. Hace algunos años, San Francisco comenzó a tratar el problema de las drogas como una enfermedad y no como un delito.
El trabajo policial en la guerra contra las drogas, antes de las reformas no logró disminuir el tráfico ni a los responsables. «Castigaba de manera desproporcionada a las personas de color», sostienen los periodistas de EEUU. Tildan a San Francisco como una de las ciudades más «permisivas y progresistas».
En ese sentido, la hondureña Leydis Cruz, fue condenada por contribuir en una operación familiar de tráfico de fentanilo en el Área de la Bahía. Ella comentó que las personas del Valle de Siria «aman San Francisco». Señaló que el puente Golden Gate se ha convertido en un popular tatuaje en el cuello. “Pero lo que aman, lo que les da dinero, son las drogas”, expresó.
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Ante la situación en San Francisco, la política estadounidense, Nancy Pelosi, dijo el 16 de junio que agregará a la ciudad a la Operación Overdrive. Se trata de un programa federal de control de drogas que tiene como objetivo a los cárteles en comunidades con los niveles más altos de índices de violencia y droga.
Asimismo, trasladaron a la Patrulla de Caminos de California para ayudar a vigilar los mercados de drogas a partir del 1 de mayo pasado. El 28 de junio, se amplió la iniciativa para incluir «oleadas» nocturnas para confiscar drogas y armas y arrestar a los traficantes.
Pero las oleadas de los uniformados en San Francisco no han tenido una reducción de la venta de droga, debido a que los «pequeños» distribuidores son remplazados fácilmente.
Los «Hondos» generan más de L8 millones al año
Según la investigación, los traficantes hondureños se hacen llamar los «Hondos». Ellos se centran en el Área de la Bahía, pero a consecuencia de la pandemia del COVID-19 se fueron a la venta libre en las las colonias Tenderloin y South of Market. Actualmente, la afluencia de hondureños que se dedican a vender droga provienen de la misma familia o se conocen desde hace mucho tiempo.
The Chronicle constató que cada hondureño puede generar hasta 350 mil dólares al año (unos 8 millones 652 mil lempiras al cambio). Esta cifra puede escalar si colaboran en una operación local. El medio señaló que la mayoría de ese dinero tiene como destino el Valle de Siria, destinándolo en la construcción de lujosas viviendas.
Más de 200 migrantes hondureños han sido acusados de tráfico de drogas desde 2022, según la investigación. Y estos no son deportados, pese a la gravedad de su delito.
La investigación amplió que el seis por ciento de las personas acusadas de delitos de venta de drogas en San Francisco entre 2018 y 2022 han sido condenadas hasta ahora por un cargo de drogas. Otros se declararon culpables de delitos menores o se desestimaron los cargos.
Los traficantes recibieron sentencias que oscilaron entre un día y tres años, con un promedio de 168 días, según San Francisco Chronicle. En muchos casos los traficantes son puestos en libertad bajo palabra antes del juicio, lo que significa que no tienen que pagar una fianza, pero es posible que deban consultar periódicamente con un administrador de casos.