TEGUCIGALPA. Luego de conocer la iniciativa donde ha intervenido el propio presidente Juan Orlando Hernández, sobre que Toncontín, no quedaría cerrado sino que operaría con vuelos nacionales o regionales, ha proseguido el debate.
Lo anterior porque su operación paralela a la de Palmerola en Comayagua tendrá un impacto en las proyecciones de la tasa de retorno para el consorcio al que se adjudicó la obra.
Enrique Ortez Sequeira, uno de los defensores más visibles del tema, insistió en que el contrato con la concesionaria no se ha hecho de forma transparente pese a que trasciende varios gobiernos.
Bayron Suazo, señalo que el aeropuerto de Palmerola no vendría a tener mayores ventajas porque la obra está mal planificada e incluso físicamente porque en el espacio territorial designado no da para ampliación y extensión como para tener un gran aeropuerto “el pequeño Toncontin se estaría trasladando a Palmerola porque no hay forma de que crezca” indicó.
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Otro de los aspectos que sigue en discusión es la supuesta sobrevaloración de los terrenos donde se edificará la obra.
En tal sentido varios equipos estudian las repercusiones legales de una renegociación de algunas de las condiciones contempladas en el acuerdo de construcción del aeropuerto Palmerola.
Por su parte el designado presidencial Ricardo Álvarez, remarcó justo desde la controversial pista aérea de Toncontin que él ha mantenido su posición en defensa de la terminal, y que hablo con el presidente Hernández el tema y él lo entendió bien y se hace el análisis de la conveniencia de manerlo abierto.
En tal sentido luego de las instrucciones del mandatario el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, informó en las últimas horas, que mediante un adendum al contrato, se está negociando con la concesionaria del aeropuerto internacional de Palmerola, que la terminal aérea de Toncontín se mantenga operando solo para vuelos locales y se está analizando el impacto económico de esa decisión antes de que el contrato sea aprobado por el Legislativo.
