TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Tercer día consecutivo de protestas de vendedores en centro de Tegucigalpa, capital de Honduras.
La pugna entre los vendedores ambulantes y los miembros de la Policía Nacional de Honduras cumple hoy su tercer día.
Los vendedores exigen que el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, les permita vender sus productos en el casco histórico.
La mayoría de las tiendas que se ubican en la calle peatonal han cerrado sus puertas para prevenir consecuencia de las protestas.
Ayer: Policía reforzó seguridad en centro capitalino luego de incidentes
Mientras tanto, la Policía reforzó la seguridad en centro capitalino. O sea aumentó el número de efectivos luego de los incidentes ocurridos entre vendedores ambulantes y miembros de la Policía Nacional.
Por su parte, en el paseo Liquidámbar un nutrido grupo de comerciantes informales se reunieron para protestar en su segundo día de manifestaciones. Los vendedores rechazan la prohibición para vender en ese sector. También se quejan por los malos tratos de parte de la Policía Municipal del Distrito Central.
Por su parte, las autoridades con refuerzo con elementos de la Policía Nacional han dicho que ellos solo están cumpliendo con la ordenanza municipal firmada en 2006. Uno de los elementos de seguridad expresó que las ventas ambulantes en el centro de la capital no era negociable.
Como argumento, una de las vendedoras indignadas manifestó que tienen hijos que mantener y deudas que pagar.
Añadió, que deben dejarlos trabajar aunque sea un instante. “Tenemos hijos que mantener y deudas que pagar. Deben dejarnos trabajar aunque sea un ratito. “Porque sino no vendemos nosotros tampoco las tiendas” advirtió la vendedora.
El conflicto se inició el pasado martes cuando policias y vendedores protagonizaron un zafarrancho. Este inició en la Plaza Central de Tegucigalpa. En el incidente un achinero resultó herido de bala. Dio inicio luego de la discusión de un joven vendedor con un municipal, lo que desató la furia de los demás comerciantes.
Tubos, palos y piedras se convirtieron en armas peligrosas en manos de los civiles que reclamaban una oportunidad en esta época de venta navideña.