Redacción. La sonda china, Chang’e 6, alunizó exitosamente este domingo en la cara oculta de la Luna, completando así otro paso en su misión de recoger muestras por primera vez en la historia de la parte menos visible.
La Administración Nacional del Espacio de China informó que el sistema combinado de aterrizaje-ascenso inició el descenso propulsado cuando se encendió el motor principal de empuje variable. Además, la combinación ajustó rápidamente su orientación acercándose gradualmente a la superficie lunar, lo que permitió una maniobra de aterrizaje perfecta.
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Durante el descenso se utilizó un sistema autónomo de evitación de obstáculos visuales para detectarlos automáticamente. Una cámara de luz visible seleccionó una zona de aterrizaje comparativamente segura basándose en la claridad y oscuridad de la superficie lunar.
Muestras de la superficie lunar
La sonda tiene previsto completar la toma de muestras en un plazo de dos días. Según sus creadores, se utilizarán dos métodos: un taladro para obtener elementos del subsuelo y un brazo robótico para recoger especímenes de la superficie lunar.
La sonda está compuesta por cuatro componentes: un orbitador, un alunizador, un ascensor y un módulo de reentrada. El programa Chang’e, nombrado en honor a una diosa de las leyendas chinas que se cree vive en la Luna, comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007.
Inversión
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha logrado hitos como el exitoso alunizaje de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún otro país había alcanzado hasta la fecha, y la construcción de su propia estación espacial.