Tegucigalpa, Honduras. Las instalaciones del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) en Tegucigalpa volvieron a amanecer tomadas este viernes por miembros del sindicato que exigen el cumplimiento del contrato colectivo y que ayer jueves protagonizaron un zanfarrancho donde incluso hubo personas detenidas.
Desde tempranas horas este viernes, los sindicalistas colocaron pancartas y banderas de Honduras en los portones principales del edificio.
Según los trabajadores, la toma será pacífica, por lo que los cursos en esa institución se impartirán con normalidad. El alumnado y los instructores tienen acceso para entrar libremente al INFOP y no perder más días de clases, dijeron.
Los manifestantes piden dialogar con el director ejecutivo de esta institución, Fredis Cerrato, ya que aseguran que ha habido despidos injustificados. Pero, tras no tener respuesta de Cerrato, dijeron sentirse en la obligación de volver a tomarse las instalaciones. «Estamos con esta lucha, no hemos llegado a ningún acuerdo y esperamos que se mejores estas cosas», dijo un compatriota.
Ayer se generó un caos en las afueras de la institución cuando miembros del Partido Libertad y Refundación (Libre) llegaron a intentar desalojar a los protestantes del lugar.
Elementos de la Policía Nacional también llegaron a la zona para tratar de mantener la situación en calma, pero fue imposible. Se dieron botellazos, insultos, empujones y demás complicaciones entre los presentes. De hecho, uno de sus elementos resultó golpeado.
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Minutos más tarde, elementos de la Policía Nacional arrestaron a un dirigente de los colectivos de Libertad y Refundación (LIBRE) que participaba en el pleito luego de que agredió a un funcionario.
El aprehendido comenzó a insultar y a faltarle al respeto a un uniformado. Además, el simpatizante de Libre lo amenazó mientras sostenía un palo en sus manos, asegurando que si lo tocaba a él o a sus compañeros, iba responder.
«Él (el policía) nos esta amenazando con garrotes. Si él golpea a uno de nuestros compañeros le vamos a sembrar un garrotazo también. Si él quiere que la sangre corra, va a correr sangre, no hay problema, no le tenemos miedo», fueron las palabras del detenido al policía, mientras lanzaba golpes con el palo.