REDACCIÓN. Durante la conmemoración de la Semana Santa, una de las imágenes más presentes es la cruz, ya que simboliza el sacrificio de Jesucristo por salvar a la humanidad, pero ¿Cuál es el origen de este castigo?.
Según se plantea, la crucifixión era una práctica brutal que se originó en el siglo VI a.C. en Asiria. Asimismo, se cree que después habría sido heredada por Macedonia y, finalmente, se haría popular en la Antigua Roma.
Los expertos en el tema refieren que los romanos tenían gusto por ejecutar esclavos, criminales y hasta desertores. Con esta práctica se incitaba al morbo como también al miedo entre los súbditos.
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Según data la historia, los condenados sufrían gran suplicio. Estaban sometidos a experimentar dolores, asfixia e incluso, ataques de aves de rapiña. En consecuencia, morían del algún paro cardiaco o por la pérdida de sangre.
Ahora bien, los estudiosos del tema apuntan que con el tiempo, el mismo pueblo romano comenzó a repudiar el castigo al que denominarían más adelante como «atroz». En ese sentido, el emperador Constantino prohibió la crucifixión y legalizó el cristianismo.
A partir de ese entonces, la cruz comenzó a verse como un símbolo de la victoria ante los pecados y la muerte, con la versión grecolatina de un Jesús musculoso y una expresión serena.
En tal sentido, la imagen evolucionó de verse como el agonizante final de Cristo a una versión que transmitía compasión y piedad a la gente ante su sacrificio.