FARÁNDULA. La cantante y actriz estadounidense Selena Gómez, de 31 años, ha confirmado este jueves su noviazgo con el músico Benny Blanco, de 35 años.
Lo ha hecho a través de Historias de Instagram, donde ha publicado una fotografía en la que posa apoyada en el hombro del artista, cuya cara no aparece siquiera. Tampoco se incluye ningún texto ni se etiqueta el también ‘DJ’.
No obstante, la imagen fue suficiente para confirmar los rumores que desde hace días venían copando los titulares de varios medios. «Se rumorea que Selena Gómez está saliendo con el productor Benny Blanco», titulaba el perfil Pop Factions en una publicación a la que la creadora de Rare Beauty dio ‘me gusta’.
Por si todavía quedaban dudas al respecto, Gómez publicó otra Historia en la que luce un anillo con la inicial de su nueva pareja.
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¿Quién es Benny Blanco?
Benny Blanco es uno de los productores musicales más prolíficos de la actual industria, en la que ha trabajado con celebridades como el exnovio de Gomez, Justin Bieber, así como Ed Sheeran, Katy Perry, Britney Spears, Rihanna y The Weeknd. Nacido bajo el signo de Piscis, el 8 de marzo de 1988, en Reston, Virginia, el hombre también lanzó su propio material discográfico, Friends Keep Secrets, en diciembre del 2018.
Aunquese ha mantenido tras bambalinas, el famoso productor también ha recibido valiosos premios. De acuerdo con People, en 2013, recibió el Hal David Starlight 2013, del Salón de la Fama de los Compositores; en 2017, fue nombrado el Productor del Año, por iHeartRadio, y ha ganado cinco veces el premio BMI, como uno de los mejores compositores.
Benny Blanco, novio de Selena Gomez, también ama la buena cocina y en noviembre pasado presentó su primer libro, Open Wide: A Cookbook for Friends (Open Wide: un libro de cocina para amigos), en su perfil de Instagram.
“Cuando tenía 13 años, un amigo compró una parrilla George Foreman y cambió mi vida para siempre. Invitábamos a amigos y preparábamos los sándwiches más elaborados que nuestras mentes pudieran imaginar”, comentó, y agregó: “Pero te lo digo, una vez que te adentres en ello, será tu nueva adicción, es como meditar. Para mí, cortar una cebolla es como tomar un Xanax”.
