Redacción. La ciudad de Marbella, uno de los destinos más destacados de la Costa del Sol en España, ha comenzado a trabajar en una nueva ordenanza para regular el uso de sus playas.
Con la previsión de que este verano sea el más caluroso de las últimas décadas, muchas localidades costeras están tomando medidas para gestionar mejor sus espacios públicos. Marbella, como muchas otras, busca asegurar que sus playas sean disfrutadas de manera responsable y segura por todos los visitantes.
Entre las medidas más destacadas de la nueva ordenanza se encuentra la sanción por orinar en el mar. Quienes cometan esta infracción serán multados con 750 euros (más de 20 mil lempiras).
Asimismo, esta medida, aunque llamativa, no es totalmente nueva. Desde 2004, la ciudad de Málaga ya contemplaba una sanción similar.
La normativa de Marbella consta de 73 artículos y dos anexos, detallando las normas vigentes en sus 25 playas y los horarios del servicio de socorrismo. Sin embargo, aún no se ha especificado cómo se identificará a los infractores de esta norma, catalogada como leve y definida como “evacuación fisiológica en el mar y la playa”.
“¿Cómo van a enterarse, a través de las medusas?”, le decía bromeando un bañista a TimeOut. “¿Habrá un policía vigilando? Porque no se ve, no entiendo cómo se hará”, se preguntó otra vecina… Multar a los infractores en la arena puede ser fácil, pero ¿cómo se detectará a quienes lo hagan dentro del agua?», son algunos de los comentarios.
Normativa de sanciones
Además de esta sanción, la normativa también prohíbe otras actividades comunes en las playas. Se penalizará el jugar a la pelota y con palas en zonas de agua donde se pueda molestar a otros usuarios.
También se necesitará autorización previa para celebrar fiestas, actos públicos o competiciones en las playas. Dejar plantada la sombrilla para reservar un sitio también será motivo de sanción, así como arrojar colillas y restos de comida.
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Otro punto relevante del documento es la restricción del acceso de mascotas a las playas. Se prohíbe la entrada de animales domésticos, así como bañarlos en el mar, permitiendo su acceso únicamente en playas designadas como caninas.
Estas medidas buscan mantener un ambiente limpio y seguro para todos los usuarios de las playas, tanto locales como turistas.