AFP. Miembros del clero católico portugués abusaron sexualmente de al menos 4.815 menores desde 1950, según una comisión de investigación que anunció el lunes sus conclusiones tras escuchar a cientos de víctimas.
«Estos testimonios nos permiten establecer una red de víctimas mucho más amplia, de al menos 4.815», declaró el psiquiatra infantil Pedro Strecht en la presentación del informe.
«Ahora es difícil que todo siga igual en lo que respecta a la violencia sexual contra menores en Portugal. Al igual que a la toma de conciencia de su impacto traumático», declaró ante la prensa y varios líderes eclesiásticos.
La investigación fue encargada en 2021 por la Iglesia de Portugal.
En octubre, un equipo de seis expertos, encabezado por Strecht, anunció que había recabado centenares de testimonios de presuntas víctimas. Sin embargo, él advirtió que el número total era «mucho mayor».
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Los miembros de la comisión de expertos expusieron el lunes durante dos horas, de forma cruda y detallada, las enseñanzas de los 512 testimonios validados. También, de sus investigaciones en los archivos de la iglesia y de sus entrevistas con sus altos responsables de la jerarquía.
«El informe publicado hoy revela una realidad dura y trágica. Creemos sin embargo que el cambio está en marcha», dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), el obispo de Leiria-Fátima José Ornelas.
«Pedimos perdón a todas las víctimas», añadió, refiriéndose a una «herida abierta que nos (…) avergüenza», tras asistir a la presentación del informe.
La mayoría de los crímenes denunciados han prescrito, pero 25 acusaciones se transmitieron a las autoridades judiciales, que abrieron investigaciones.
Uno de esos casos es el de Alexandra, el segundo nombre de una mujer de 43 años que prefiere permanecer en el anonimato. Un sacerdote supuestamente la violó cuando se preparaba para la vida de monja a los 17 años.
Los obispos portugueses se reunirán a inicio de marzo para sacar conclusiones del informe y «erradicar en la medida de lo posible esta lacra de la vida de la Iglesia«, declaró en enero el secretario de la conferencia episcopal, el padre Manuel Barbosa.
Mientras tanto, Alexandra ve el trabajo de la comisión como un «buen inicio» para los que buscan «romper el muro» de silencio que los rodeó durante tanto tiempo.