En una transmisión en vivo, un reportero de Al Jazeera rompió en llanto cuando se encontraba en el pequeño pueblo de Atmeh en Siria.
La grabación difundida en redes sociales evidencia el momento en que el periodista no soporta y sus lágrimas comienzan a rodar por su rostro.
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Detrás de él, hay escombros y se notan muchos ciudadanos ayudando en labores de rescate.
Más de 2.700 personas han perdido la vida y más de 14.000 han resultado heridas en Turquía y Siria tras un devastador terremoto de magnitud 7,8 con epicentro en territorio turco, cerca de la frontera entre ambos países, según datos facilitados por ambos países.
En concreto, el seísmo ha dejado al menos 1.651 muertos y 11.119 heridos en Turquía (según los datos comunicados por el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca) y más de 1.000 fallecidos y 2.903 heridos más en Siria.
Las autoridades temen que las cifras puedan seguir aumentado a lo largo de las horas, mientras los servicios de emergencia se afanan por encontrar a gente atrapada entre los escombros.
Miedo y caos
Según Erdogan, se trata del peor terremoto que sufre el país desde 1939. Unos 45 países han ofrecido ayuda para agilizar las labores de rescate y salvar al mayor número posible de personas.
El seísmo ha tenido su epicentro en el distrito de Pazarcik, situado en la provincia de Kahramanmaras, a menos de 100 kilómetros de la frontera siria y a unos 200 de Alepo.
La tierra tembló de madrugada, a la 01:17 GMT, y a una profundidad de cinco kilómetros. Hay controversia sobre dónde se ha situado exactamente el epicentro, ya que, según el servicio de emergencias turco Afad, este se encuentra en Pazarcik.