Redacción. Las varices, o venas varicosas, son venas dilatadas y tortuosas que suelen aparecer en piernas y pies debido a un mal funcionamiento de las válvulas que ayudan a que la sangre regrese al corazón.
Aunque los tratamientos médicos son la opción más efectiva para las varices severas, existen varias estrategias naturales que pueden aliviar los síntomas, prevenir su progresión y, en algunos casos, mejorar su apariencia.
El pilar fundamental para el manejo de las varices es un estilo de vida saludable que favorezca la buena circulación sanguínea.
- Ejercicio regular: el ejercicio de bajo impacto es crucial. Actividades como caminar, nadar y andar en bicicleta ayudan a fortalecer los músculos de la pantorrilla, que actúan como una «bomba muscular» para impulsar la sangre de regreso al corazón. Se recomienda al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día.
- Elevar las piernas: elevar las piernas por encima del nivel del corazón varias veces al día durante 15 minutos puede reducir significativamente la hinchazón y la sensación de pesadez. Esto facilita el retorno venoso y alivia la presión en las venas.
- Medias de compresión: las medias de compresión son una herramienta efectiva y respaldada por la ciencia. Aplican una presión graduada en las piernas, ayudando a las venas y los músculos a mover la sangre de manera más eficiente hacia el corazón. Un estudio de 2018 encontró que el uso de estas medias puede reducir el dolor asociado con las varices.
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- Evitar estar sentado: permanecer en la misma posición durante periodos prolongados dificulta la circulación. Es recomendable levantarse y caminar o mover las piernas cada 30-60 minutos para activar el flujo sanguíneo.
- Baños de contraste: alternar duchas de agua fría y caliente en las piernas puede estimular la circulación. El agua fría provoca la contracción de los vasos sanguíneos, mientras que el calor los dilata, creando un efecto de «bombeo» que mejora el retorno venoso.
- Control de Peso: mantener un peso saludable reduce la presión sobre las venas de las piernas.
Alimentación y nutrición
Una dieta balanceada juega un papel importante en la salud vascular.
- Alimentos ricos en fibra: el estreñimiento aumenta la presión abdominal, lo que puede contribuir a la aparición de varices. Alimentos ricos en fibra como frutas (bayas, aguacate, cítricos), verduras de hoja verde (espinacas, brócoli) y cereales integrales ayudan a mantener un sistema digestivo regular.
- Antioxidantes y bioflavonoides: estos compuestos fortalecen las paredes de los vasos sanguíneos. Se encuentran en alimentos como arándanos, uvas, moras, ajo, cebollas y pimientos. El extracto de semilla de uva, por ejemplo, es un potente antioxidante que ayuda a proteger las venas del daño oxidativo.
- Alimentos ricos en omega-3: los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado azul (salmón, sardinas) y semillas (chía, lino), mejoran el flujo sanguíneo y previenen la formación de coágulos.
- Reducir la sal: el exceso de sal provoca retención de líquidos e hinchazón, lo que aumenta la presión en las venas.
- Hidratación: beber suficiente agua es esencial para mantener la sangre fluida y prevenir la deshidratación, que puede afectar la elasticidad de las venas.
Masajes
Los masajes suaves y ascendentes (hacia el corazón) pueden ayudar a mejorar la circulación. Sin embargo, en casos de varices severas, tromboflebitis o úlceras, es fundamental consultar a un médico antes de realizar cualquier tipo de masaje.
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Si bien estas medidas naturales pueden aliviar los síntomas y mejorar la apariencia, no reemplazan el diagnóstico ni el tratamiento médico, especialmente en casos de dolor intenso, sangrado o úlceras. Siempre es recomendable consultar a un especialista vascular para recibir un tratamiento adecuado.
