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jueves, agosto 22, 2024
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Reclutamiento forzado: Niñas obligadas a ser parejas de pandilleros

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Redacción. El reclutamiento forzado de niñas y adolescentes por miembros de maras y pandillas es una problemática que continúa vulnerando los derechos de los menores de edad en Honduras; situación que atenta, en especial, contra la integridad de las niñas, quienes son obligadas a entablar vínculos amorosos con antisociales y, posteriormente, cometer ilícitos en nombre de la estructura criminal, según expertos.

«Las adolescentes, muchas de ellas, son obligadas en convertirse en sus mujeres por la fuerza y obligadas a tener relaciones sexuales por parte de estas estructuras. Ellas no pueden negarse porque de hacerlo significa poner en riesgo su vida y la de su familia», externó Wilmer Vásquez, director de la Red Coiproden.

En ese contexto, reveló que «no solamente son utilizadas como sus mujeres, sino que ellas también ya tienen que involucrarse directamente en lo que es el modus operandi de estas estructuras criminales y ahí es donde son utilizadas (para cometer actos ilícitos en nombre de la pandilla)».

Es decir, que los antisociales se aprovechan del hecho que esas menores sean del sexo femenino porque generan menos desconfianza en la sociedad en comparación a un menor u adulto. «Además, las van preparando y entrenando para que sepan como protegerse o como desenvolverse dentro de una estructura criminal«, añadió.

Wilmer Vásquez
Wilmer Vásquez, director de la Red Coiproden: «Estas estructuras criminales de maras y pandillas están ahí al acecho».

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Formas de reclutamiento

Vásquez también explicó que existen varias formas de reclutamiento forzado utilizadas por los integrantes de esas estructuras criminales. Entre ellas: la utilización de redes sociales, fiestas y regalos. No obstante, en las zonas más vulnerables del país no se requiere de medios de persuasión porque todo lo toman a la fuerza.

«En los barrios y colonias es a la fuerza (el reclutamiento de las menores de edad). Es decir, la que me gusta, esa es la que quiero, esa es la que decidí y la que no tiene que decir que no. Es probable que en otros niveles sea a través de poner a su disposición algunos objetos materiales, que son de tentación para una adolescente y de esa forma les cooptan fácilmente. Y cuando una adolescente se da cuenta, difícilmente puede decir que no, porque ya está prácticamente involucrada», manifestó.

Del mismo modo, expuso que “a través de los perfiles falsos muchos adolescentes, tanto mujeres como varones, pueden caer fácilmente en las garras de estas estructuras porque los engañan y una vez que logran ofrecer tanta información e incluso llegar hasta conocerse, ya es difícil que los menores puedan revertir la situación y es ahí donde los obligan precisamente a formar parte de estas estructuras”.

A las niñas y adolescentes reclutadas también las explotan con fines sexuales, según expertos.

Desplazamiento forzado

Además, detalló que la desigualdad social también está asociada a la profundización de las maras y pandillas en Honduras. «Grupos que han tenido una enorme influencia sobre adolescentes y jóvenes. Estos se aprovechan (de las menores) y las obligan a integrarse o formar parte de estas estructuras criminales en el país», apuntó.

«Una de las cosas que pueden volver atractivo a una niña o niño a formar parte de estas estructuras es que se sienten seguros y protegidos. Tienen una protección que la familia ni el Estado se las ha dado y tienen acceso a recursos económicos. Entonces, lógicamente hay una sensación de seguridad y además de poder», expuso.

Vásquez también señaló que el reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes por parte de los antisociales «obliga a muchas familias, a lo largo y ancho del país, a que tengan que desplazarse de manera forzada por la violencia que ellos (los pandilleros) les ejercen».

«Les obligan a abandonar sus propias comunidades, a abandonar sus propias casas y ellos toman posesión de las mismas. Eso es lo que se llama el desplazamiento forzado por la violencia». Además, «(las víctimas) toman la ruta migratoria como única opción para poderse proteger de la persecución de una estructura criminal», lamentó.

Niñas infractoras

Por su parte, el secretario general del Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI), Mario Rojas, dio a conocer que existen cuatro Centros Pedagógicos de Internamiento (CPI), de los cuales uno está destinado para las menores infractoras.

«Hay dos por Cedros, Francisco Morazán, que son el Nuevo Jalteva y el Jalteva. En Jalteva se encuentra población común, es decir, menores infractores de delincuencia común que no pertenecen a ninguna estructura. En Nuevo Jalteva sí se encuentran menores que ya han cumplido la mayoría de edad, de delincuencia común, y los de una estructura de maras. Y en San Pedro Sula, Cortés, está el Carmen. En este centro hay una parte donde está la población común y en otra la población que pertenece a estructuras. Y finalmente, en Tegucigalpa, Distrito Central, esta el Sagrado Corazón, que es donde están las chicas infractoras«, detalló.

Igualmente, comentó que el Ministerio Público, a través del requerimiento fiscal, indica si las niñas, niños y adolescentes capturados forman parte de una estructura criminal. Es decir, que por ese medio se determina que internas infractoras están recluidas por nexos con maras y pandillas.

Mario Rojas
Mario Rojas, secretario general del INAMI: «Nuestro objetivo es la reinserción de las chicas infractoras».

Denuncias

Mientras tanto, la directora de la defensoría de la niñez del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Cándida Maradiaga, dijo que el reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes está invisibilizado pese a las múltiples denuncias.

«Hay un grupo elevado de niñas y niños. En el Conadeh, desde el 2019 al 2022, se recibieron 132 quejas de personas menores de edad y adultos que vinieron a interponer la queja de qué niñas y niños estaban siendo víctimas de reclutamiento forzado», reveló.

En ese sentido, aseguró que “una sola institución no va a resolver la problemática de la niñez, que muchas de ellas son estructurales. El llamado es a la institucionalidad para que se implementen programas y políticas públicas encaminadas a la prevención de la violencia».

Los departamentos que han registrado casos de reclutamiento forzado de niñas y niños por estructuras criminales son: Francisco Morazán, Atlántida, Cortés, Choluteca y Olancho, según el Conadeh.

Cándida Maradiaga
Cándida Maradiaga, directora de la defensoría de la niñez del Conadeh: «Muchas de las niñas y niños los utilizan estructuras criminales que están situadas en sus comunidades».

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La niñez hondureña continúa en situación de vulnerabilidad derivada del reclutamiento forzado por antisociales y, en especial, las niñas, quienes al no querer formar parte de esas estructuras criminales son acosadas, amenazas y abusadas sexualmente; además, en el peor de los casos, los pandilleros asesinan a sus parientes para forzarlas a integrarse a la mara o pandilla.

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