Honduras. Pobladores del departamento de Santa Bárbara decidieron atravesar dos rastras en la zona de La Ceibita y otras entradas.
La acción anterior es para evitar el tráfico de automóviles con personas que llegan de otros sectores. Esto, provocó varias filas de vehículos.
Tanto hombres y mujeres se unieron y dijeron que «está entrando mucha gente, y en este momento vale más la vida».
Cabe mencionar, que debido a que no hay acceso, unos guardias de relevo de la cárcel de máxima seguridad «El Pozo» estuvieron «amenazando» a los ciudadanos porque no los dejaban pasar, así lo denunciaron.
No llegan alimentos
Por otra parte, los oriundos de Santa Bárbara condenan al Gobierno de la República por haber habilitado a los bancos ayer y estos días, ya que para ellos lo más importantes es la salud y no el dinero.
Asimismo, reprochan y denuncian que en barrios marginales del departamento, como Gualjoco, Galeras y otros «no tienen comida y la ayuda del gobierno nunca llegó.
«Difícil situación» para los habitantes de Yoro, asegura empresario
El empresario Alfredo Chacón aseguró que la situación económica es difícil para lo habitantes de Yoro.
«Los hondureños pequeños y medianos emprendedores vivimos con lo diario», en materia de producción y ventas.
«Los que tenemos empleados, nos hemos puesto de manera coordinada para poder trabajar y que solvente este gran problema» de cuarentena por el covid-19 explicó Chacón.
Agrega que «las empresas están cerradas, la Policía Nacional ha ordenado que cerremos los negocios».
Sobre el toque de queda, aseguró que la gente «ha tenido conciencia, pero uno que otro sale, es difícil controlar a todo mundo. A medianoche «no se ve a nadie en la calle».
Recordó que de los 67 casos de covid positivos que hay en el país, dos están en Yoro». Por eso, no pueden salir ni entrar personas a los pueblos.
«Las alcaldías y los policías están instalando cadenas en las carreteras. Siempre hay gente que se viene de las ciudades. Los patronatos están haciendo lo propio, y mucho la la gente indígenas», a quienes les reconoce la labor de protección para los habitantes de Yoro.
