Tegucigalpa, Honduras. La Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Hondutel), se encuentra en el ojo del huracán, y es que sus trabajadores están exigiendo varias cosas, ante las cuales desde ya días tomaron la decisión protestar y tomarse las instalaciones de la empresa.
Por una parte, algunos miembros del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Sitratelh), se habían tomado las instalaciones, cerrando los portones y exigiendo el pago de su sueldo, algo que presuntamente hace meses no sucede.
Asimismo, otro grupo se manifestaba con pancartas, asegurando que Hondutel se encuentra en las garras de una dictadura, por lo que piden se quite a las actuales autoridades y en su lugar nombren a otras que puedan salvar a la empresa.
Rompen las cadenas
Desde la semana pasada, un grupo de trabajadores tenía tomado el edificio de Hondutel, pero este jueves, algunos integrantes del Sindicato abrieron por la fuerza el portón, que estaba asegurado con cadenas y candados.
De acuerdo con medios locales, el problema surge porque, supuestamente, las personas que están protestando en Hondutel están divididos en dos grupos.
Uno de ellos era el que tenía tomado el edificio, y el otro era el que estaba protestando con pancartas afuera.
El grupo que se encuentra en el interior sería el liderado por el presidente de Sitratelh, Orlando Mejía, y el que permanecía afuera, sería el liderado por el integrante del mismo sindicato, Edgar Morales.
Vea el vídeo:
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Quieren trabajar
Ante esa división, los empleados que estaban afuera abrieron los portones, ya que decían que al estar tomado el edificio los manifestantes podrían dañar las instalaciones.
Además, otras personas expusieron que era necesario que se rompieran las cadenas y se abrieran los portones, pues quieren trabajar.
«Nosotros queremos entrar a trabajar. Es Orlando Mejía el que está interrumpiendo nuestras labores», señaló un trabajador de Hondutel.
Por su lado, Mejía, auguró que si no se actúa pronto a favor de la institución, ésta se irá a la quiebra.
Una vez abiertos los portones, varios empleados entraron al inmueble para asegurarse de que todo estaba en su lugar.
Hasta el momento se desconoce si las protestas seguirán o si se llegará a un acuerdo.
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