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domingo, noviembre 17, 2024

Con vigilia protestan por medicamentos en Hospital de El Progreso

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YORO, HONDURAS. Campesinos indignados se encuentran protestando en el Hospital de El Progreso, denunciando la falta de medicamentos, que impacta negativamente en la vida de muchos pacientes.

Se conoció que no es la primera ocasión que los ciudadanos realizan esta acción, porque el mes pasado también ocurrió lo mismo.

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Los hondureños se encuentran en una vigilia, durmiendo en unos colchones en el suelo.

Además, sostienen que no se retirarán hasta no obtener respuestas contundentes. Ellos ya no quieren promesas, lo que solicitan es que las «autoridades hablen».

Los campesinos indican que no pueden seguir en la misma situación.
Los campesinos indican que no pueden seguir en la misma situación.

Uno de los pacientes que llegó al centro hospitalario manifestó que está cansado de ser remitido hasta el hospital de San Pedro Sula.

«Los hospitales públicos son para los pobres, nosotros somos pobres. También exigimos la renuncia del director del Hospital de El Progreso y que pongan a Saúl Santos», indicó una manifestante.

Los afectados están durmiendo en colchones y realizando una vigilia.
Los afectados están durmiendo en colchones y realizando una vigilia.

Agregó que no se puede seguir en esta situación. «Las autoridades deben de velar por la salud de este pueblo enfermo», añadió.

Un campesino afirmó que recientemente el hospital recibió 5 millones de lempiras, pero aseguró que «por la ineficiencia» del director no se pudieron invertir.

Residentes de colonia La Era protestan

Residentes de la colonia La Era, de la capital, realizaron protestas el pasado 17 de marzo en la calle principal del sector tras la falta de agua, provocando caos vehicular en la zona.

«¡Queremos agua!», expresaban a gritos los vecinos, quienes bloquearon la calle desde horas de la tarde, con piedras y llantas prendidas en fuego.

«Todos los vecinos de la colonia y los sectores aledaños estamos indignados, porque tenemos cinco meses de que no nos llega ni una gotita de agua. Cada barril que vienen a vender vale 40 lempiras. No hay trabajo, no hay empleo y no tenemos cómo comprar agua», manifestó uno de los protestantes.

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