Redacción. El búnker hawaiano secreto de Mark Zuckerberg, un extravagante retiro enclavado en la apartada isla, tiene un precio y una construcción desorbitados.
El retiro hawaiano del fundador de Facebook, se envolvió en un velo de secretismo y protegido por estrictas medidas de seguridad, es una maravilla en la industria local de la construcción
La seguridad y los costes desorbitados del búnker hawaiano secreto de Mark Zuckerberg
La construcción de este gran búnker tuvo un coste estimado de 100 millones de dólares, es una de las empresas privadas más caras de las que se tiene constancia.
Además, la compra de terrenos por parte de Zuckerberg, por un valor estimado de 170 millones de dólares, indica que los costes de construcción tras la pandemia siguen siendo elevados en este paraíso aislado.
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Un conocedor del sector afiliado al proyecto comparte que tales niveles de confidencialidad sólo suelen verse en instalaciones militares seguras.
El secretismo que rodea a este proyecto privado se extiende hasta el punto de que incluso los acuerdos de no divulgación (NDA) son un requisito.
El enigma detrás de la impresionante fortaleza privada de Mark Zuckerberg en Hawái
En febrero, un operador de grúa sufrió heridas graves después de que su vehículo se saliera de una carretera empinada de la propiedad.
En agosto de 2019 Rodney Medeiros, un anciano guardia de seguridad, murió durante la construcción de esta búnker.
Medeiros sufrió un ataque al corazón durante una de las visitas de Zuckerberg tras un largo turno. Desde entonces, sus hijos han presentado una demanda por homicidio culposo, alegando un intento de controlar el flujo de información sobre el complejo.
El exorbitante refugio hawaiano de Mark Zuckerberg
El secretismo que rodea al búnker hawaiano de Mark Zuckerberg plantean preguntas intrigantes. Principalmente, sobre los extremos a los que llegarán los multimillonarios de la tecnología para preservar su privacidad.
Como señala Danielle Citron, profesora y experta en privacidad, “no me sorprendería que los acuerdos de confidencialidad fueran el envoltorio de burbujas en cada interacción de los multimillonarios tecnológicos preocupados por su privacidad”.