SALUD.- La piel de los párpados es una zona muy delicada que puede verse afectada por diferentes razones, como la descamación producida por la dermatitis.
Su tejido delgado y delicado que se encarga de proteger la estructura ocular de factores externos, ya sea el polvo, el polen o partículas de desechos, también puede sufrir daños causados por estos agentes. Entre las enfermedades de los párpados más comunes resalta la dermatitis palpebral o dermatitis en los párpados, una patología que suele ser un habitual de consulta médica (al oftalmólogo, al dermatólogo o al médico de familia) y su evolución clínica suele ser variada.
Hay que tener en cuenta que la dermatitis, cuando aparece en los párpados, no es demasiado diferente a la que puede manifestarse en otras partes del cuerpo. Sin embargo, debido a la especial sensibilidad de esta parte de la piel, es recomendable tener un especial cuidado para asegurarse una pronta recuperación y evitar que puedan llegar a darse más episodios similares.
¿QUÉ ES LA DERMATITIS PALPEBRAL?
La dermatitis en los párpados de los ojos es una anomalía muy molesta que, generalmente, produce picor, sequedad e irritación. Se trata de una enfermedad crónica que debe tratarse minuciosamente para evitar que sea recurrente. Cada vez es más frecuente esta enfermedad, afectando especialmente a los bebés y los niños, aunque cada vez son más los adultos que la sufren.
Se basa en una respuesta inflamatoria que se suele producir tras la exposición a alérgenos, que pueden ser medicamentos, conservantes, cosméticos o metales. En primer contacto o exposición, se produce una sensibilización y se desarrolla una reacción inmunitaria en contactos posteriores.
La causa más común que puede desencadenar un episodio de dermatitis en los párpados es que se trate de una dermatitis alérgica. Esto se produce por haber entrado en contacto, como hemos mencionado, con alguna sustancia que resulte irritante por sí misma, aunque también es común que se de por el uso de productos cosméticos y maquillajes.
TIPOS
- Dermatitis seborreica
Se produce por una acumulación de grasa en la piel y suele provocar la formación de escamas amarillentas en el tejido. En su fase crónica, puede causar heridas y secreciones. Se trata de una enfermedad que se presenta normalmente en los adultos, sobre todo personas mayores, pero también puede afectar a los bebés recién nacidos.
- Dermatitis eccematosa
Este tipo de dermatitis se manifiesta a través de distintas lesiones en la piel como las vesículas, pápulas, edema y exudación.
En la mayoría de los casos, la dermatitis eccematosa está asociada a enfermedades del sistema inmune o a episodios crónicos de estrés.
- Dermatitis medicinal
El consumo de algunos medicamentos como la estreptomicina, dicainum, y la penicilina puede causar dermatitis atópica como efecto secundario. Es necesario suspender la ingesta del medicamento para detener la dermatitis en los párpados medicinal.
- Dermatitis alérgica
Este tipo de dermatitis es la que más afecta a los párpados, y puede ser causada por cualquier factor irritante o alérgeno como el polen, los ácaros, el maquillaje y algunas lociones corporales.
Detectar el factor desencadenante de la alergia es esencial para poder evitar que la dermatitis sea recurrente.
Síntomas
Los síntomas más comunes que se manifiestan en esta afección son:
- Picor y lagrimeo justo después de la exposición.
- Eritema y edema palpebral, descamación y sequedad de la piel. En los días posteriores.
- Patologías de la superficie ocular. Como la conjuntivitis e incluso denotarse erosiones puntiformes superficiales corneales.
Tratamiento y prevención
Para el tratamiento más eficaz, el primer paso es evitar la exposición al alérgeno. Posteriormente a la identificación, se deberán realizar lavados suaves de la superficie periocular durante 7-10 días. Si el tratamiento sintomático no es eficaz, se deberá acudir al médico de referencia, que probablemente asociará corticoides tópicos o antihistamínicos orales en los casos más graves.
Asimismo, para prevenir su aparición, estos consejos pueden ayudar:
- Limpieza con productos hipoalergénicos y que respeten el pH de la piel, 1-2 veces al día.
- Evitar el rascado de la zona periocular. Es preferible un lavado suave y utilizar emolientes hidratantes calmantes.
- Evitar rascar la zona de los párpados. Es mejor lavarla suavemente y utilizar hidratantes calmantes específicamente diseñados para esta zona.
- Lavarse las manos habitualmente, sobre todo después de estar en contacto con sustancias que pueden producir alergia.
- Evitar los cambios bruscos y extremos de temperatura.
- Mantener la piel de los párpados hidratada.
- Lavar la ropa con jabón neutro, evitando el uso de suavizantes.
- Utilizar maquillaje y cosméticos recomendados para pieles sensibles.
Información obtenida de Diario de Sevilla.