Redacción. La Policía Nacional de Honduras -a través de todas sus direcciones- está desarrollando operativos y saturaciones en el municipio de Dulce Nombre de Culmí, departamento de Olancho, con la intención de dar con el paradero de los presuntos responsables de la muerte violenta del agente de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Jariel Jocsan Zamora.
El comisionado de la policía y portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, detalló en Hoy Mismo que «se ha iniciado una operación en Dulce Nombre de Culmí y en áreas circundantes con el objetivo de capturar a los tres individuos».
Los tres sospechosos pertenecen a «Los Banegas», una banda criminal que representan una amenaza en la zona; tienen en su poder armas de grueso calibre: fusiles AR-15 y AK-47. El comisionado Martínez Madrid reiteró la recompensa de 200 mil lempiras por cada uno ellos, que han sido identificado como:
- Emilson Noé Banegas Pavón
- Jhonny Eliezer Banegas Pavón
- Edin Banegas Pavón
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Denuncias de abusos
En las últimas horas, trascendieron videos e imágenes en las redes sociales donde personas residente en Culmí y comunidades aledañas denunciaron «violencia y abusos» por parte de los funcionarios policiales.
Por tal razón, Martínez Madrid comentó: «Tenemos información de las unidades que están operando en el sector, que una estructura criminal posiblemente ha sido contratada para difamar la labor de la policía en las redes sociales».
No obstante, aseguró que las acciones no van a ceder ni disminuir en la operatividad de los funcionarios policiales. «Se va seguir con la búsqueda de estos criminales, siempre respetando los derechos humanos», señaló.
El agente de la DPI, Jariel Jocsan Zamora, murió en medio de una operación policial cuando intentaba rescatar a una menor de edad reportada como privada de su libertad. Sin embargo, delincuentes lo atacaron a disparos a él y a sus otros compañeros; un fiscal resultó herido en el proceso.
