Redacción. Pescadores de Cedeño ven como un triunfo la ratificación del «Tratado Integracionista del Bicentenario», que les permitirá navegar por las aguas del Golfo de Fonseca sin temor a persecuciones por parte de embarcaciones nicaragüenses.
Después de casi tres años de análisis, por parte de Cancillería, finalmente se remitió el tratado de límites marítimos al Congreso Nacional. Por unanimidad, se ratificó este instrumento importante para los intereses de la nación.
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«Nosotros los pescadores estamos llenos de bastante alegría. Acordándome de, tiempos atrás, la persecución que hemos tenido. Íbamos a pescar y no sabíamos si volveríamos a la casa. Entonces, como pescadores, es alegría esa gestión», expresó Franklin Gómez, pescador de Cedeño.
Asimismo, es un paso importante porque el tratado reconoce el derecho a Honduras de tener su propia salida al Océano Pacífico y el mar Caribe. Igualmente, al Golfo de Fonseca.
«Se culminan los procesos, de los pequeños espacios marítimos que quedaban en el Caribe, entre el inicio y el final de las fronteras. Además, se definen los espacios marítimos afuera del golfo de parte de Honduras y Nicaragua», detalló Reina.
Factores
En ese sentido, pese al fallo de la Corte de La Haya en 1992, Nicaragua no había mostrado interés en delimitar sus fronteras marítimas. Lo reconoció hasta el año 2021. A su vez, lo ratificó. No obstante, el Poder Legislativo hondureño se demoró en tomar cartas en el asunto.
Ahora se abren oportunidades para impulsar el desarrollo de toda la actividad humana en la zona. Entre ellas, la pesca productiva.
Según autoridades, el Golfo de Fonseca debe ser una zona de paz y desarrollo, de crecimiento económico y de prosperidad para centenares de comunidades que dependen de toda la riqueza que posee.